Cuatro Elementos

10. La cena de coronación

Después de que Beatriz se volviera la Emperatriz del Reino Aire o Elemento Aire.

Ya era la media noche, Beatriz y su familia y la gente de su elemento, estaba en la cena de coronación.

Sus antepasados también pasaron por lo mismo que Beatriz, los nervios, los deberes reales, la cena en donde estaba invitada toda la gente de su elemento y las familias más cercanas de la familia real.

Algunas personas se encontraban bailando, otras estaban conversando, formando unos pequeños grupos y Beatriz y su familia estaban sentados, saludando a la gente que iba entrando para celebrar a su nueva Emperatriz.

Beatriz estaba comenzando a aburrirse escuchando a su padre Cristian y a su madre Susie le dijieran las diferencias entre cada una de las familias de todo su elemento.

- Hija - dijo Cristian - Ahí va la familia Hernández, nos ayuda con la protección en todo el palacio y en todo nuestro territorio como el Elemento Aire.

- Allá va la familia Suarez - dijo su madre Susie - Tienen un hijo muy educado, con 18 años, muy apuesto y sería el perfecto esposo para ti....

Beatriz ya estaba cansada, les dijo a sus padres que va a tomar un poco de aire, literalmente.

Beatriz salió del palacio, corría un viento helado, no había nadie en el exterior. Ella caminó y solo sus pasos se escuchaban en ese gran silencio de ese lugar.

Beatriz se dio la vuelta, vio los fuegos artificiales billar en el estrellado cielo. Habían de todos los colores posibles: rojo, azul, verde, amarillo, naranja, etc. Unos gritos se escucharon dentro del palacio:

- ¡Que viva la nueva Emperatriz del Elemento Aire! - se escuchaba adentro del palacio.

Ella soltó un largo suspiro. Siguió caminando hasta encontrar una banca de madera. Ella sentó y se quedó observando el estrellado cielo iluminado con los fuegos artificiales.

Le empezó a recordar a su infancia. Con su mejor amigo Sam. Con él hacia muchas cosas, se apoyaban el uno a otro, se sentaban en esa misma banca para mirar las estrellas. Hasta que un día la familia de Sam decidió irse de viaje, pero no pensaban que también se lo iban a llevar, ya que él vivía en el palacio y era como parte de la familia.

Unas lágrimas se deslizaron en el rostro de Beatriz, extrañaba tanto a su mejor amigo, que lloraba cada vez que se acordaba de él.

Unas manos de repente taparon el rostro de Beatriz, haciendo que se le nublara la vista.

- ¿Quién soy? - preguntó una voz masculina muy conocida para el gusto de Beatriz.

Beatriz empezó a dudar un poco y dijo el primer nombre que se le vino a la mente:

- ¿Sam? - preguntó Beatriz dandose la vuelta y encontró a un chico con la piel bronceada, los ojos verdes y algunas lágrimas brotaron de sus ojos descendiendo por sus mejillas y corrió a abrazar a su viejo mejor amigo que no veía desde hace mucho tiempo.

- Hola princesa - dijo él respondiendo el abrazo de su mejor amiga Beatriz con mucha felicidad, más de la él se esperaba.

- Volviste - dijo Beatriz muy feliz - ¿Para qué? - pregunta ella un poco confundida y la otra mitad muy feliz al ver a su amigo en frente de ella.

- Para esto - dijo Sam acercándose a ella tomándola de la cara y le da un beso en sus labios...