Dream Catcher

Prólogo.

Diez años atrás.

La tormenta se acercaba, escuchaba cómo todas aquellas gotas caían en mi ventana. Respiraba entrecortadamente, tenía miedo.

Tapé mi cuerpo entero con las sábanas de princesas y comencé a llorar. Si, era una cobarde. 

Escuché pasos cerca de mi habitación, algunos sollozos los acompañaban. Asomé solo la cabeza por encima de las sábanas y pude ver la sombra de Mack por el pasillo. Al principio me asusté, es decir, una sombra en el pasillo a los siete años solo podía significar una cosa: Monstruo come cabezas.

Salí de la cama intentando no hacer un solo ruido. Pasé por la habitación de mis padres a hurtadillas hasta que me topé con el cartel que tanto odio, el de "No Avanzar", que se encuentra colgado en la puerta de Mackenzie. Un trueno hizo que me sobresaltara y que un grito saliera de mi boca inconscientemente. Me recosté en el suelo, tapándome los oídos y pensando en arcoiris y unicornios.

Mack abrió la puerta de un golpe y me observó divertida. No veía la parte graciosa de esto, tenía mucho miedo y como ella era mi hermana mayor debía protegerme.

Me lancé a sus brazos sin pensarlo y ella me alzó hasta llegar a mi habitación. Me depositó en la cama junto con un sonoro beso de buenas noches. 

Le tomó un tiempo deshacerse de mí, ya que como un súper koala, pasé mis piernas por su espalda, evitando que se fuera. Cuando finalmente, con brutalidad, me empujó. Caí como una bolsa de papas en la cama y ella no tuvo un solo minuto de piedad. Rió con gracia y se dirigió a la puerta para largarse de allí. Llamé su atención.

-Mack, no te vayas.- un suspiro exhausto salió de su boca.

-Duérmete, pequeña traviesa.- dijo sentándose en la orilla de la cama.

-Cántame una canción.- sonreí inocente, ella asintió y me devolvió la sonrisa.

-Esta noche es perfecta,- comenzó a cantar la única melodía que podía hacer que durmiera por años.- Salió la luna, no hay más temor. Sé que el destino marca la senda, con su canción. Sé que al alejarme, no miraré sus ojos tiernos. Que me refugian, que me iluminan el corazón.- Mis párpados se fueron cerrando hasta que todo fue negro, pero un susurro hizo que mis oídos no se durmieran todavía.- Prométeme, que te alejaras de todo. Que serás feliz y tendrás una vida normal.- Me levanté confundida, sentándome en la cama. Ella colocó sus manos en mis mejillas y comenzó a llorar.- No me olvides nunca, pequeña.- depositó un beso en la frente y salió de la habitación.

Hoy.

Luego de eso nunca más volví a ver a mi hermana. Desapareció por completo, sin dejar rastro alguno. Mi padre decía que había muerto, mi madre decía que solo había sido un acto de rebeldía. Yo decía que solo quería ser feliz y alejarse de todo lo que la rodeaba. Pero ¿por qué distanciarse de mi?

Siempre tuve miles de preguntas para ella, como por ejemplo: ¿Cómo haces para ser tan valiente?; ¿Es verdad que creces?; ¿Por qué desapareciste de la casa?... Preguntas que después de varios años, pude encontrar la respuesta.

Aunque tengo que reconocer que nunca le di importancia al consejo que me había dado aquella tormentosa noche,y que a pesar de que me abandono, le agradecía por lo que me había dejado. Su trabajo. Mi hermana me había repetido una y otra vez que me alejara de lo supernatural...Pero, ¿le hice caso? Para nada.

Había tomado su lugar, era una cazadora. No se crean que hablo de cazar conejos, antílopes y Bambis. Hablo de cazar a los peores sueños, las pesadillas.

Los cazadores nos dividimos en secciones y cada una tiene su sector. Por ejemplo, existen los cazadores que se encargan de la distracción, los que limpian los desastres y los que buscan la ubicación de las pesadillas. Luego está mi sección: los que hacemos todo.

Buscamos la ubicación, los perseguimos por semanas para reconocer sus movimientos, los cazamos y limpiamos los desastres. Por eso, se podría decir, que mi sección es la mejor de todas.

No quiero sonar arrogante, pero todos me repiten que tengo un buen instinto, puedo detectar pesadillas aunque estén a metros de distancia. Pero nunca imaginé que no iba a poder detectar esta, nunca pensé que terminaría de esta forma, nunca pensé que alguien podía terminar de destruirme por completo.