Capítulo 4

16 2 0
                                    

Ya cuando Belle y yo estuvimos tranquilos nos encaminamos hacia la habitación. Podía comunicarle a las personas cosas por la mente, así que le estaba contando mi plan a Belle para recuperar a Shaila. Aunque todo sería más sencillo si supiéramos quien la había raptado.

Y en ese momento, como si hubiera sido magia llegó Evan corriendo a mi habitación

-Se quien la tiene-afirmó con restos de algo como...papel quemado en mano

Todos nos quedamos en silencio y fui el único en hablar.

-Deberías de estarnos diciendo lo que sabes, Evan.-le dije con la voz fría, que nunca usaba para él, solo para él mundo. No lo había perdonado. No aún.

Una expresión de dolor cruzó unos instantes por su rostro, me conocía bien. Pero no me importo así que le hice un gesto con la mano para que se apresurara.

-La tienen los enemigos.-dijo con un hilo de voz. Y yo inmediatamente me tense.

Miren les hablare sobre "los enemigos", eran los nephilms que no aceptaban nuestra raza, así que intentan Cazarnos y acabarnos. Por eso buscan el poder de Nanaeel, ya que con ese poder, lo lograrían hacer.

-¿Co-como?-pregunto atontada, Belle

-Si, acabo de recibir un mensaje de fuego del Líder-respondió este  mostrando las partes quemadas del papel.

Los mensajes de fuego se usaban únicamente cuando alguien no quería ser encontrado, y sólo aparecía la tinta cuando estaba en las manos correctas. Para después quemarse.

-¿El líder? ¿Ryan? ¿Ryanuno de los primeros Raphael's?-pregunte aun sin poder creerlo

-Así es, él mismo.

-Tenemos que hacer algo

-Lo haremos, Haremos algo.

-Pero...¿Que?

Y esa fue la pregunta que a los tres nos invadido, aunque se me ocurría algo, que era una trampa muy buena.

Mis dos hermanos se miraron, y reconocieron con mi mirada que sabía que hacer, así que comencé a decirles el plan que tenía en mente

-No sé, me parece demasiado arriesgado-comentó Belle cuando ya había terminado.

-Yo, haré lo que sea para salvarla. Incluso si significa poner mi vida en peligro -opino Evan muy seguro.

Admito que me molestaba estar a su lado, pero no iba a rechazar ayuda para encontrar a Shaila. Fuera quien fuera que pudiera ayudar, serviría.

Entre Evan y yo comenzamos a convencer poco a poco a Belle, necesitábamos mucha de su ayuda. Así que en cuestión de minutos ya la habíamos convencido, aunque seguía sin estar muy segura de que fuera algo bueno.

Así que eso era lo que haríamos, no me importaba arriesgar a mis hermanos preferidos, arriesgarme a mi mismo. Nada de eso importaba. Shaila era lo mejor que me había pasado, es mi todo. Y estoy dispuesto a darlo todo por ella.

Cuando ya se habían ido de mi habitación, decidí acostarme a pensar en todo lo que había sucedido estos últimos meses.

Mi vida había dado un cambio de forma radical, y no había esperado eso, me sorprendió.

Eso sí que era una mierda, todo era mejor antes de que supiera que tenía estos estúpidos poderes, todo había sido mejor antes.

Pero ya no importaba, ahora me tenía que enfocar en salvar a la chica que me alegraba, a la que daría mi vida y más, a la chica que me movía el mundo, porque ella era mi mundo.

Solo, solo soy un chico enamorado al que la vida decidió darle un buen golpe.

Pero no me dejaría, salvaría a Shaila, y regresaría conmigo, seremos felices de nuevo, juntos. Como debe de ser.

Mientras pensaba en eso, él sueño comenzó a apoderarse de mi ya cansado cuerpo y caí profundamente dormido.

A la mañana siguiente me desperté con la respiración agitada, y empapado de sudor. Me intente secar utilizando el aire, pero mi respiración no la podía controlar al igual que mi cuerpo, estaba temblando. Había tenido una pesadilla, una horrible pesadilla, Shaila...moría y moría en mis brazos.

Sacudí mi cabeza para quitar la horrible imagen de mi mente y me dirigí hacia él baño para tomar una ducha que me calmara.

Me duche con él agua helada, pero seguía temblando...se había visto tan real, había sido, tan real.

Una vez que ya me había secado automáticamente y me había vestido. Baje hacia la cocina para comer algo, hasta ese momento no me había dado cuenta del daño que había hecho, él fregadero había dejado de funcionar, solo quedaban un par de platos y vasos, y una de las puertas de cristal había desaparecido. Un sentimiento de remordimiento me inundó, así que comencé a arreglar lo que había hecho. Con los restos de los platos en el bote de basura, volvieron a rearmarse, los vidrios se unieron a la puerta, y él fregadero volvió a funcionar y ahora con más potencia.

Creo que había algo bueno en tener tantos poderes, pensé mientras me hacía un café. Eran aproximadamente las 7 al y aún no había nadie despierto en la mansión. La primera en llegar fue celeste, después mi padre junto con mi madre que al ver la cocina como nueva solo me miraron y me sonrieron como queriendo decir gracias. Y así fueron llegando, todos menos Belle.

Seguía enfadado con todos por mentirme, así que fui a la habitación de Belle, abrí la puerta morado con mucho cuidado para que no sonara y entre haciendo el menor ruido posible, ella estaba tendida en la cama profundamente dormida. Hasta que comenzó a removerse, se veía a asustada, dando vueltas por toda la cama. Me asuste, y cuando la iba a despertar un murmullo salió de sus labios. Una y otra vez comenzó a llamar a Shaila, cada vez de forma más audible. Me asuste mas , hasta que la tome de los brazos y la sacudí haciendo que se despertara. Sus ojos azules casi como los me observaron de un lado a otro esperando que fuera real, y después de confirmarlo cayó en mis brazos llorando. Sabía lo que sentía, sabía lo que había soñado, y eso era lo que más me dolía.

Una vez ya más tranquila, Belle se separó de mí, y me contó su pesadilla... Había sido mi pesadilla, había soñado lo mismo que yo.

Cuando apenas le diría que yo había soñado lo mismo, un Evan rojo con los ojos llorosos abro la puerta de la habitación. Se acercó a la gran cama de color blanco y se acurrucó junto a nosotros. No me importo porque Sabía lo que había pasado, el había soñado lo mismo que Belle y yo, y eso no había sido una casualidad. Shaila nos estaba enviando señales, que teníamos que comenzar a investigar.

The Raphael'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora