II

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Capítulo 2.-
Hoy por la mañana, llegó a la escuela y se me acerca un amigo de hace 3 años que por cierto y con suerte le tocó la misma aula que a mí, se llama  Adam Thomson.
Al inicio de clases él y yo éramos inseparables pues no conocíamos la mayoría de los rostros que nos rodeaban.
Pero  después de algunas lentas y largas semanas él comenzó a juntarse con unos chicos y yo por mi rumbo.
Eran 6 los que integraban ese grupo de no amigos y es que  lo digo así por qué, aunque compartían el tiempo entre ellos no se caen bien y es extraño pensé que las mujeres éramos las que tomaban ese papel de rareza,pero realmente solo estoy cayendo en un cliché.
Albert, Joseph, Gilbert, James, Wiliam, y Adam, ellos eran los no amigos.
Al principio Adam me contaba de Gilbert que era un chico que hablaba de mí, yo con ceños fruncía y solo le giraba la cabeza con negación.
Pues en ese entonces yo aún no me sentía cómoda como para saber cosas de chicos y solo pensaba en concentrarme en la escuela.
Cosa que con el paso del tiempo cambio y Gilbert se acercaba más a mi.
Recuerdo que la primera vez solo se acercó a decirme que si le ayudaba con algo de la clase, yo acerté con facilidad pues no le iba a negar ayuda a alguien con quien tendría que tratar durante los próximos 9 quizá 10 meses.
Pasaron semanas, realmente yo no soy de esas personas que cuentan los días solo pasan y de milagro se la hora por mi celular, solo los días más importantes son los que no se me olvidan.
Hasta que en el mes de septiembre Gilbert se atrevió a decirme que le gustaba, que yo le llamaba la atención.
Hablamos acerca de esto que él sentía supuestamente por mi, pues ya que en los días que trate con él, me pareció un chico bastante interesante y acerté lo único que le dije fue:
-nos daremos la oportunidad de conocernos. (Aceptó estaba un poco interesada por saber algo acerca de él)
Y así fue conforme pasaron los días, notaba que este chico tenía una manera distinta de tratar, o quizá solo estaba mintiéndose a sí mismo con sus sentimientos.
Era demasiado distante, cortante y seco.
Así era él, somos idénticos en esto al menos en algo coincidimos bah!
Le tome cariño Gilbert.

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