Vicente

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—Hey, niño. ¿Qué haces aquí? —dijo Andrés, entrando a la sala.

—No quiero ir a clases.

—Pues, deberías.

—No.

Sus gritos eran insoportables, estaba rojo de furia.

Andrés no supo qué hacer. Así que cerró la puerta, dejando al niño solo en la sala 166. Y se fue a la clase de educación física.

Mientras se iba alejando, a cada paso se escuchaban maldiciones, llantos, gritos y una voz un tanto extraña.

El Exorcismo Del Cuarto BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora