12

2K 106 5
                                    

Callie y Harry caminaron de regreso al apartamento en silencio. Un paseo hacia la muerte. Ella quería terminar con esto, pero no tenía ninguna prisa de escucharlo vomitar veneno hacia ella de nuevo. Se lo merecía, pero no le gustaba.

Harry lideraba dos pasos por delante y ella estudió su espalda la mayor parte del camino. Miró la subida de sus hombros, la zancada de sus piernas. Determinadas.

Ella acababa de decírselo. Explicándole que tenía miedo de lo que pasaría si hubiera actuado en base a sus sentimientos. Miedo de perderlo como amigo. Temerosa de que no lo hiciera, tragó saliva. Podía hacer esto. Ella podría soportar la tormenta de su ira y hacerle frente a su propia traición.

Tan pronto como cerró la puerta detrás de ellos, él la besó. Duro y sin aliento. Todo lengua, dientes y dedos atroces. Ella pensó que podría morir por el alivio de su cuerpo contra el suyo. El roce de sus dedos sobre sus costillas. El tirón de su boca sobre sus labios. Pensó que había terminado para siempre. Alivio y terror luchaban en su intestino. ¿Eran esos los besos castigadores de los que leyó en las novelas románticas? ¿Él simplemente sacaba su rabia sobre su boca, haciéndola sentir, sólo para retirarse? ¿Detenerse? ¿Estaba besándola como despedida?

La empujó contra la puerta y ella presionó de vuelta. Arañando su camisa, arrastrándola hacia arriba para que pudiera poner sus manos sobre su piel. Si se trataba de una despedida, iba a sacar el máximo provecho de ella. Volcaron una de las cajas de leche, mandando las latas vacías de gaseosa rodando por el suelo, y aterrizamos en el sofá-cama aún abierto en una maraña de extremidades.

Quiero escucharte decirlo. —Con sus ojos oscurecidos por la pasión y el aliento cálido, él la mordió en la esquina de su boca. 

Lo siento. —Una exhalación. Una gran alegría. Se sentía como si cada gramo de su peso corporal estaba bajándose a la erección palpitante entre ellos.

Él negó con la cabeza y la puso de espaldas. —Sabes lo que quiero oír.

Todo el alivio se resbaló de nuevo como una corriente de rápido retroceso. Una corriente de pérdida e ira. ¿Qué quería de ella? Confesó, se disculpó, se humilló a sí misma. Y no podía pensar con todo su ser que se presionaba en contra ella de ese modo, amontonándola. Cada palabra sucia que escribió pasó ante sus ojos, como los créditos al final de una película. Ni siquiera podía estar avergonzada nunca más. Le gustaba lo que le gustaba. Quería lo que quería. Y él lo quería también. La quería. Por supuesto que lo sabía. Quiero escucharte decirlo. Había leído el correo electrónico las suficientes veces como para que pudiera recitarlo de memoria. —¿Polla? 

Como si lo quisieras decir en serio.

¿Qué quieres que diga? ¿Quiero chuparte la polla, Harry? Porque no lo haré. No en este momento. No cuando estás siendo así. No cuando me odias. Ni siquiera cuando me besas como si estuviéramos muriendo y fuera la única manera de vivir.

No te odio. Ni siquiera te conozco. Cuando estuvimos juntos, cuando estuve dentro de ti, difícilmente dijiste algo. Y pregunté. No puedo dejar de pensar en eso, recordando todas las cosas que dijo Sasha.

Sasha no dijo nada. Lo escribió.Ella. Yo. Callie ya no sabía ni dónde existía la línea.

Bien. Ella las escribió. Ella las pensó. Tú las pensaste. ¿Fue diferente en persona? ¿No las crees cuando realmente estuviste conmigo? ¿No cumplí con las expectativas? Hazme entender. —No parecía enfadado, parecía herido.

Yo no confiaba en ti. —Con un grito agudo, que brotaba de cada lugar roto y doloroso dentro de ella.

¿Confías en mí ahora? —Ahuecando su cara, le limpió las lágrimas con sus pulgares. La dulzura era insoportable, ella se volteó en su palma.

The Opposite Of Nothing |HS| |SHOOT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora