Callie se paseó, sin aliento y mareada, fuera de su apartamento, el apartamento de ellos, metiendo sus rizos húmedos en la nuca de nuevo en su cola de caballo. Las palmas de sus manos se estremecieron. Ella abrió y cerró sus manos un par de veces, tratando de desvanecer las punzadas, y dejó escapar un suspiro tembloroso. Su cuerpo entero se sentía frío y húmedo mientras la fina capa de sudor cubría su piel seca. Ella no debería haber corrido a través del campus, pero caminar le habría dado demasiado tiempo para pensar. Nada bueno viene de ese tipo de pensamientos. Los pensamientos tienen poder.
Si iba a tener cualquier oportunidad en una relación, tenía que decirle a él la verdad. Ya no tenía alguna excusa. El rompimiento de él con Sasha por correo electrónico se reproducía una y otra vez en su cabeza. No puedo hacerle eso a Callie. Ahora o nunca. El fuerte golpe en sus nudillos contra la puerta hizo eco por el corredor vacío. Al menos no tenía una audiencia. No estés en casa. No estés en casa. No estés...
---Entre.
La puerta debe haber estado entreabierta. Tomó cada onza decidirse a empujar la maldita cosa. Cabeza baja, ella dio un paso sobre el pasillo y dentro de su nueva vida.
---Oye, te estaba buscando. Y algunas galletas. ¿Por qué estás tocando la puerta? --- Él se veía tan tranquilo, echado en el futón, tan relajado y feliz con sus pies arriba y sus hoyuelos destellando.
Ella abrió su boca para hablar. Nada.
---¿Qué está mal? ---La voz al borde con preocupación, él se lanzó fuera del futón. El control del juego que descansaba sobre su regazo cayó al suelo y giro entre ellos.
---Yo, yo... ---Saltándose como disco de vinil rayado, ella no se pudo forzar a que salieran las palabras. Él tiró de su manga, gentilmente guiándola a la silla de campo asentada al lado de la caja de leche hecha mesa de café. Si él le ofreciera té y una cobija ella gritaría. Él no llegó a ser tan amable con ella. No ahora. Necesitaba que fuera un idiota.
Sentándose en el futón, él la alcanzó para agarrar los brazos de la silla de nylon y tirar de ella, acercándola más. Sus rodillas tocándose. El contacto, y el peso de su consideración, no hicieron nada para facilitar el miedo produciéndose en su intestino. Él pasó su pulgar sobre la palma de la mano de ella. Se estremeció.
---Me estás asustando. ¿Estás herida? Sólo asiente sí o no.
---He hecho algo terrible. Quiero decir, dejé de hacerlo. Pero lo hice. Lo hice. --- Estaba en realidad balbuceando.
---¿Qué hiciste?
---Soy Sasha, Harry. ---Ahí. Lo dijo, y el universo no interpuso en el acto. Su corazón golpeteando, tartamudeando, ¿sin embargo? Esa era todavía una posibilidad distinta.
Ni siquiera pudo llorar. La mezcla de miedo y alivio era un remolino paralizante en sus venas.
Las cejas de él se juntaron. Ella lo miró con horror mientras todo el color se drenó de la cara de él. -No, eso no es posible. No puedes ser.
Harry parpadeo dos veces, se mantuvo y no dijo nada. Él sólo miraba hacia ella como si estuviera viéndola por primera vez. Y a él no le gustó lo que vio. Ella se estremeció y luchó contra la opresión en su garganta, el dolor lastimando en su pecho, hasta que dejó escapar de su interior un sollozo desgarrador.
---Lo siento. Lo siento mucho, mucho. ---Ella no podía dejar de decirlo, derramando todo su pesar en un torrente de sílabas sin sentido. Trató de tocarlo y él se tambaleó hacia atrás, como si su contacto lo pudiera quemar. Oh, Dios, si nunca lo vuelve a tocar o reír con él. No podía pensar en eso.
--- Un lo siento no basta. No es suficientemente bueno.
Ella se secó las palmas de sus manos húmedas en sus jeans y tragó duro. ---Déjame explicarte.
Él negó con su cabeza y agarró sus llaves del gancho de la despensa. ---Ni siquiera te conozco, ¿o sí?
---Sigo siendo yo, Harry. Todavía somos nosotros. Sé que hice algo estúpido... --- Lo siguió mientras él recogía su laptop y la metía en la mochila todavía asentada en el suelo cerca del futón.
---¿Estúpida? ¿Lo crees? Volveré por el resto de mi mierda más tarde. Alrededor de las diez. Tal vez tú no estarás para entonces.
Ella no había pensado, y eso era el problema. O ella no hubiera pensado tanto. ---Por favor, déjame explicarte.
Él lanzó su mochila sobre su hombro y volteó alrededor. Ella pensó que lo había visto enojado esa noche en el bar. Estaba equivocada. Él curvó sus labios en disgusto y se burló.
---Adelante. Callie, explica.
No podía explicarlo o justificarlo. Sin importar que pensó de él, o de ella, él no se merecía sus mentiras, su manipulación. La visión de ella se nubló en pequeños puntos de luz en los bordes. Secó sus manos una y otra vez, retorciendo el dobladillo de su playera en frente de ella. ¿Alguna vez se secarían?
-,--No confié... yo... yo... yo... ---Ella no pudo lograr que saliera nada. Era muy importante. E indefensa.
---Explícame como engañarme durante meses está bien. Cómo engañarme para compartir la mayoría de los detalles personales de mi vida no es gran cosa. Tú me violaste. ¿Para qué? ¿Así podríamos joder? Sólo tenías que preguntar.
---No sabía cómo. ---Y quería más que eso. ¿Pero cómo podría decirle eso? Se sintió pequeña y muy alejada.
---Sasha lo hizo.
Las palabras de él fueron como la picadura de una abeja, una quemadura impactante. El rostro de ella ardía al recordar todas las cosas que le dijo. Todas las cosas que ella no podría decirle ahora.
Cuando él se fue, ni siquiera se molestó en azotar la puerta. El tintineo de las llaves, el clic apenas audible de la cerradura, el sonido sordo de sus pasos arrastrándose fuera, eran todo más devastador y definitivo. Sabía que su confesión podría ser fea y dolorosa, que haría que él la odiara. Al menos ya no tenía que odiarse más.
No se merecía llorar, no por la persona que fue, la que no pudo ser honesta con nadie. Tal vez por Harry, quien se merecía su verdad mucho antes. O para Jessa y su tía. Para todo lo horrible e injusto e imperdonable en el jodido mundo entero. Pero no para ella misma. Nunca eso. Se ahogó en todo de vuelta, apretando sus dedos en puños, uñas cortando profundamente en la carne de sus palmas. Lloró lo suficiente en la secundaria. Tal vez se merecía eso también.
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The Opposite Of Nothing |HS| |SHOOT|
Fiksi PenggemarCallie Evans prefiere esconderse en su cabina de DJ que enfrentarse al hecho de que esta enamorada de su mejor amigo, el famoso bombón del campus: Harry Styles. » Historia adaptada.