No fui yo el que te habló hoy.
Por primera vez, tú fuiste la que me siguió a casa.
Me pediste perdón unas veinte veces.
Quisiste darme explicaciones, ángel, pero aún veía el miedo apoderado de ti, así que no te obligué a hacerlo.
Y me lo agradeciste.
¡Y qué agradecimiento!
Me besaste.
Nos besamos, ángel.
Nuestros labios encajaban a la perfección.
Joder, que lindo beso.
Ángel, agradéceme más seguido.
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Sad angel
PoetryUn ángel. Un ángel con sus alas rotas. Con sus alas cortadas, por ella misma y por los demás. Ángel, déjame ayudarte. No se permiten copias, adaptaciones, plagio, y no sé, todo lo que se les pueda ocurrir. En conclusión, no copien. Cada uno se rompe...