Lo estabas haciendo de nuevo.
Me ignorabas, ángel.
Otra vez.
Doce días sin dirigirme la palabra.
Sabía que te estaba matando tanto como a mí.
Pero eso no me dejaba más tranquilo.
Mierda, ángel, no quería que estés mal.
Y mucho menos por mí.
Gina, por favor.
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Sad angel
PoetryUn ángel. Un ángel con sus alas rotas. Con sus alas cortadas, por ella misma y por los demás. Ángel, déjame ayudarte. No se permiten copias, adaptaciones, plagio, y no sé, todo lo que se les pueda ocurrir. En conclusión, no copien. Cada uno se rompe...