Cuéntamelo todo

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Al ver un asiento libre a tu lado, no dudé en sentarme.

Apenas lo hice, te echaste a llorar buscando mis brazos.

Sabía que tarde o temprano iba a pasar eso. Derrumbarte.

Lo veía hacia días ángel, no estabas bien.

Estabas peor que nunca.

Lo notaba porque ya ni siquiera lo ocultabas.

Llorabas demasiado y el profesor te hizo retirarte.

"Las penas a otro lugar" dijo.

Maldito estúpido, ¿quién se creía para tratarte así?

¿Acaso el no tenía penas que llorar?

No dudé en seguirte. Y tampoco en defenderte ante su burla.

"Ángel, cuéntamelo todo", susurré una vez afuera.

Sad angelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora