Gracias

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Sé que no tuve que haberme enojado contigo aquella vez, ángel.

Te dije cosas que para ti eran un insulto y para mí una simple ayuda.

Hoy, al finalizar el instituto, me confesaste que lo habías aceptado.

Que ibas a empezar a ir a un psicólogo y también a un nutricionista.

Gracias, ángel de mi corazón.

Me diste tanta felicidad.

Por primera vez vi motivación en tus ojos.

Te amo, ángel. Te extraño.

Podrás salir de esta.

Sad angelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora