El Capitulo Final

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Desde la frialdad de esta celda comienzo a recordar cada evento que nos llevo a esta situación, cada persona que murió o resulto afectado; haber visto a Gabriel, o bueno su cuerpo poseído, muerto al despertar brevemente después del ritual; también observo en la cama contigua a la muchacha, con un sobrio traje de reo, que me salvo de aquel destino, la cual tuvo que pagar la muerte de Gabriel, aunque su condena era menor que la mía, que ya pesaba intento de homicidio, homicidio culposo, homicidio agravado y destrucción de la propiedad pública, aunque ahora que mi cabeza esta librada de esa situación, sentía aquel destino algo relajante.

Decidí acostarme para tratar de descansar, cuando siento que Eva se acuesta a mi lado, me abraza lentamente y me susurra al oído, lo cual fue relajante y extraño al mismo tiempo:

-Ya que te salve la vida y cuide de ti, jamás me alejare, Te Amo Andrés

-Ehhhh, gracias Eva, yo también te amo, te debo la vida, si no fuera por ti estaría muerto, lamento de verdad que tengas que acompañarme en este martirio

-Tranquilo mi amor, estoy feliz de estar aquí contigo...MUY FELIZ... me quedaría aquí...POR SIEMPRE

-Ahhh vale

No sabía si esto que pensaba era bueno o malo, pero creo saber porque Eva esta comportándose así: leí una vez que las personas que cometieron actos traumáticos, como a preciar a alguien morir violentamente o asesinar con alevosía a alguien, quedaban tocadas mentalmente, al parecer ella se obsesiono conmigo, estando donde estaba esperaba que aquello no resultara peligroso.

-Bueno bella, al menos tu solo estarás 5 años por comprobar autodefensa, saldrás antes con buen comportamiento y superaras este trago tan amargo, aunque yo pasare 30 años, el resto de mi vida útil.

-¿Bromeas? Estaré contigo toda mi vida- decía mientras se acercaba aun más a mi oreja, pasaba delicadamente su lengua en ella y la mordía sutilmente-Tenga lo que tenga que hacer

-Pero por Dios Eva- dije mientras me levantaba bruscamente- no mereces estar aquí... no mereces pudrirte conmigo en la cárcel

-Tranquilo amor- decía mientras me hacia recostar nuevamente y se montaba encima de mí- solo necesito... asegurarme una condena mayor, para mí no hay problemas... ya conozco el color de la sangre jejejejje, no tendré ninguna dificultad.

Mientras me abrazaba y besaba delicadamente en mi cuello y mi pecho, al mismo tiempo que tenía una leve risa entre sensible y maníaca, entendía que la situación empeoraría, pero ya nada importaba, cada muerte, una familia y amistades entre la decepción y el odio en el juicio, la defensa tan ridícula que fue aplastada fácilmente y una condena que no me queda más que cumplir y una muchacha con aires de sociópata que me acompañaría durante mi condena con cualquier artimaña con un deseo que se deformaría en la obsesión mas recalcitrante.

Mi única satisfacción es que el martirio del ente acabo y ya ni me tenía que preocupar por ello, estaba atrapado en aquel espejo y no habría manera de volver a atacarnos en este plano

A no ser...


El miedo es un espejismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora