Prohibido enamorarse.

Lunes (parte II)

Bajo del taxi y cuando giro noto que el taxista me mira el trasero.
¡Qué demonios!, los hombres a veces son tan pervertidos.
Sinceramente venir al aeropuerto me da envidia, tanta gente que viene y va, y luego estoy yo, sin posibilidad de tener vacaciones y menos viajar.
Cuando entró al aeropuerto, pregunto por el vuelo proveniente de Italia, la señorita que atendía me dijo que ese vuelo tenía una hora de demora.
Ya con esa información, me decidí ir hasta una cafetería y esperar.
La hora pasaba al ritmo de una tortuga por lo que agarre mi celular y me puse a jugar con Pou.
Sí sí, lo admito tener veintitrés y tener pou en un celular es raro, pero es que tengo mi pequeña sobrina Kiara que es adicta a Pou, cada vez que llora le doy mi celular y funciona para calmarla.
No podía con Pou, ya me estaba aburriendo y el maldito avión que estaba con demoras.
Ya había pasado una hora y no había noticias, cuando me dispongo a preguntar nuevamente el timbre de mi teléfono suena muy fuerte.
Suena Coldplay, amo Coldplay. Al atender ,una muy histérica Asley me habla.
-Emma, ¿Ya llegaste? ¿Dónde te metiste? mi hijo llego y te está esperando hace una hora.
Me quede helada, pero si yo había preguntado, maldita sea
-Sra Green, ya mismo.
No me dejó terminar y me dijo:
-Emma, si no está mi hijo en media hora aquí, date por despedida - y colgó.
¡Maldita sea! ¿ por qué me sale todo tan mal?
Por dónde iba a empezar a buscar, ni siquiera sabia el aspecto de su hijo.
Me llega un mensaje de un número desconocido
Buenos días srita Emma, la espero en la cafetería.
Soy el hijo de Asley.
Mire la pantalla muy confundida, por qué demonios no me escribió antes, entonces fui corriendo hasta la cafetería,no podía perder mi trabajo.
Cuando abro la puerta de la cafetería me saluda la moza que anteriormente me había atendido.
Busco con la mirada, y le pregunto a la moza si había entrado alguien recientemente con equipaje y me señala una mesa que estaba hacia el fondo del local.
Con ansiedad, me acerco la persona estaba de espalda no veía su rostro, solo el cabello negro del que suponía que era hijo de Asley.
Cuando llegué al sitio, solté:
-Hola, emm soy Emma. Mucho gusto.
Cuando giró su cabeza para mirarme, lo primero que observó fueron mis senos ¡Oh no puede ser! un maldito pervertido.
Cuando su mirada llego a mi rostro me quede sin palabras.
Siempre calificó a los chicos en tres grupos: atractivos, sexys y feos.Pero él no estaba en ningún grupo, era muy hermoso.
Pelo negro, cara perfecta, ojos de color azúl y se le marcaban los hoyuelos en las mejillas.
-Srita Emma, es un placer. Soy Evan, disculpe que sea atrevido pero el botón de su camisa está desabrochada.
Baje la mirada, y se veía mi sostén rojo, y me sonroje tanto que ya no podía mirarlo.
-Mucho Gusto Evan, yo debo llevarlo junto a su madre porque de eso depende mi empleo.
Me miro con una cara de confundido y yo estaba cada vez más torpe.
-Es decir, la Sra Green lo espera. digo con una voz torpe, y disculpe por hacerlo esperar, agregó.
-Bueno, creo que lo mejor es no hacer enfadar más a mi madre.
No hablé con él, me sentía intimidada. De vez en cuando me preguntaba cosas y me limitaba a responder con un Sí o No.
Esto hombre es totalmente diferente a lo que me imagine.
Mentalmente bendije los genes de Asley Green.
Y finalmente fuimos a la oficina.
Si la sra Green no me despedía, sería feliz.