Los siguientes días no fueron fáciles, había días en los que esperaba algo, era Harry, claro, él ya no estaba. Había faltado dos semanas a la universidad, Niall y yo apenas hablábamos, yo podría comenzar una conversación pero no sabía como, no podía fingir que Harry no faltaba.

Anne ya no había venido a dar clases, una nueva profesora la reemplazo, cuando la visite me entere de que ya no vivía allí.

Cuando llegaba a casa mi padre me veía con tristeza, mi madre solo decía que debía seguir con mi vida. Una vez llovía, no sé en que pensaba o si estaba pensando, me recosté en el pasto del jardín bajo la lluvia, mi padre me llevo dentro de la casa, mi madre gritaba que parara con esto.

Ese día las cosas no mejoraron.

Entre al salón donde me tocaba la primera clase, me tocaba con Niall, estaba sentado en la esquina hasta el fondo del salón, fui a sentarme a su lado. No volteo a verme, supe que algo no iba bien, sentí la angustia recorrerme por las venas.

-Tenemos que hablar –murmuro.

-¿De qué? –le pregunté tragando saliva.

-Es algo muy complicado –me miro –Creo que aun no lo sabes.

-Es evidente que no –respondí - ¿de qué trata?

-Vamos a tener que ser novios –susurro.

No había nadie en el salón, solo él y yo pero aun así él me obligo a ir con él a las gradas de la cancha de fútbol.

-¿De qué hablas? –grite.

-Tú y yo somos novios a partir de ahora –me respondió –no hace falta otra explicación.

-¿así sin más? –Replique -¿vamos a dejar que ganen?

-Avery, no podemos hacer nada –negó con la cabeza –no hay algo que podamos hacer.

-¡si podemos! ¡Pero tú te rindes tan fácil! –exclame enojada.

-Que más da –se dio la vuelta para empezar a caminar al salón.

-No –lo seguí –Niall, debemos...

-¡Por si no sabes, entérate de que nos vamos a casar! -me grito.

Fue como si algo me hubiera golpeado, el rostro de mi amigo ya no tenía ira, estaba arrepentido de habérmelo dicho de esa manera. Pase la mayor parte de mi vida esperando oír aquellas palabras, casi toda la vida preparándome para este día que termino por alcanzarme en mi fuga, y ¿Cómo iba a estar pensando en el futuro? Estaba tan enredada en la presente, tan enredada en los cálidos brazos de Harry que no me había tomado la molestia de pensar en que esto iba a suceder en algún momento.

-Ya no hay nada que hacer –musito

-No quiero casarme –le respondí.

-No nos queda más que aceptarlo.

-Por eso últimamente te enojabas conmigo –reflexione -¿Es que acaso quieres que dejemos de ser amigos? Yo no tengo la culpa de que esto esté pasando. Tú no puedes hacerme esto, no cuando Harry se ha ido.

-Es que ya no somos amigos, Avery. Se acabo.

Negué con la cabeza, sentía algo estrujando mi corazón, sentía como cada parte de el se rompía y lo peor era que se rompía poco a poquito.

-Basta –rogué.

Antes de darme la espalda, me abrazo fuerte. Yo también lo hice. Aquello me destrozaba por completo, no sabía como era que lograba siquiera levantarme cada día desde la partida de Harry.

-El show empieza mañana –me susurro.

Me daba la espalda, no porque no quisiera verme. Podía ver el dolor en sus ojos, podía sentirlo pero no en la forma en que él la sentía. Marcus era su única familia y ese hombre no hacia mas que decepcionarlo. Se daba la vuelta para que no le viera llorar. Él sabia que los dos terminaríamos en lagrimas.

INEFABLE ‖H.S‖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora