Philip (Piscis) miro a sus alumnos de forma seria, mientras cruzaba los brazos.
-No comprendo por qué el anterior profesor se fue, y a decir verdad me importa mierda. Sólo quiero que sepan que no pasará lo mismo conmigo. - hablo directo y sin filtro. - Mi nombre es Philip Larsson y seré su nuevo profesor de música.
El joven maestro se dispuso a dividir sus alumnos en grupos según su instrumento base.
-Hey! Tu! Para que eres bueno? - le preguntó a un chico concentrado en su celular.
Gerard Pride (Géminis) levantó la vista al escuchar que le hablaban.
-Follar? - dijo seguro.
El Piscis supo automáticamente que ese sería un alumno difícil de controlar.
-Creo que eso es algo que medio Instituto sabe, niño.
-Esta seguro que le puede hablar así a un estudiante? - preguntó cruzando los brazos.
-Es mi clase. Y hago lo que se me venga en gana. Ahora, o me dice que instrumento toca o se va a limpiar la mierda de sus compañeros.
Gerard, con mala cara, se acercó a los instrumentos de cuerda.
-Bien! Empecemos!
En la clase de química, unos cuantos salones atrás, se encontraba Tamara (Tauro) tratando de hacer que dos sustancias hicieran una pequeña explosión.
-Venga! Ponle más! Así explota el Instituto y no tengo que ver la fea verruga de la profesora. - le recomendó su compañera.
Para su suerte, era Eleanor Wood (Escorpio) la chica sentada a su lado con una inmensa emoción por ver explotar algo.
-Callate, imbecil. Esa no es la indicación.
-Aburrida.
-Espera al momento en el que me importe, idiota.
Eleanor la miro mal y recargo sus codos sobre el mesón.
Suspiro esperando a que Tamara pusiera la otra sustancia.
La Tauro lo hizo con delicadeza mientras calculaba muy bien donde debía ponerlo.
Cuando por fin empezó a dejar bajar el líquido, Eleanor aprovechó para mover el brazo de Tamara, haciendo que saliera más de lo que debía.
-Pero que diablos hiciste!? - grito la chica Tauro.
Eleanor empezó a reír sin control cuando la espuma de hizo cada vez más grande.
-Estas consciente de que esto puede quemar nuestra piel!? - volvió a gritar Tamara mientras trataba de evitar el derrame.
-Mierda... - la Escorpio se preocupó al ver que no paraba de salir.
Las cosas se pusieron serias cuando ya nada podía detener la espuma y todo el suelo del laboratorio empezó a llenarse de esta.
El maestro llegó y las miro con las cejas fruncidas.
-Te detesto tanto. - le dijo Tamara a la Escorpio cuando estaban de camino a la dirección.
-Tu no sabes divertirte. - dijo ella sin darle importancia.
-Tu no sabes tomarte las cosas en serio.
Llegaron a la dirección y le mostraron el papel que el maestro les había dado a la secretaria.
Tuvieron que esperar, pues estaba ocupado con otro alumno.
-Pueden pasar. - les indicó la señora.
-Venga, señora diversión. Pasa primero y dale la cara.
Eleanor paso con la frente en alto a la dirección.
-Hola Venus! - saludo la chica a Venus Le Brun (Virgo)
La Virgo la miro sin expresión alguna en su rostro. La analizó por un momento y después volvió su vista al frente.
-Como te va? - trato de iniciar una conversación.
Venus suspiro profundo y la miro irritada.
-Te importa? - preguntó cortante.
-Si. - respondió Eleanor.
-Pues a mi no.
En las tres se formo un silencio incómodo.
Tamara se sentó en una de las sillas y le indicó a la Escorpio que se sentara con ella.
-Te hablas con Le Brun? - pregunto en voz baja y asombrada.
-No. Nunca me pone atención.
-Que le sucede a esa chica?
-Podrían esperar a que me vaya para que empiecen a hablar de mi? Gracias. - la voz de Venus era grave. Y la forma en la que las miro sobre su hombro las asustó.
-Perdón. - dijeron al mismo tiempo.
-No tienen motivos para pedirme perdón. - volvió a girar su cuerpo al frente y cruzo sus brazos.
-Por que estás aquí? - se atrevió a preguntar Tamara.
La Virgo no respondió.
Sólo apretó su mandíbula y deseo que esas dos chicas de una vez por todas se callaran.
El director entró y le indicó a Venís que ya podía irse. Para después darle un largo sermón a las dos chicas.
Mientras la Virgo camina por los pasillos de su escuela, era bastante notable lo mucho que las personas hablaban millones de cosas sobre ella.
-Hey! Venus!
Cerro los ojos mientras respiraba y trataba de no gritar a la persona que la estuviera llamando.
No había sido un buen día, y que las personas le hablarán la ponían aún peor.
Ahora que diablos quieren?
Giro su cuerpo y miro a su compañero de puesto en letras.
Cameron (Cáncer) traía una sonrisa nerviosa, pero también segura y auténtica.
-Que pasa, Cameron? - la chica sabía que no debía ser muy ruda con el, pues no se lo merecía, pero eso no le daba el beneficio de ser otra de las víctimas de la frialdad de la Virgo.
-He hablado con el profesor. Debes ayudarme para mi trabajo del curso.
-Estas hablando en serio?
-Por que no lo haría?
-Puedes decirle a ese hombre que se meta tu trabajo por el...
-Por favor!
-No tengo tiempo. - dijo mientras se disponía a irse.
-Si, si tienes. - le toma la muñeca para detenerla.
La chica miro el agarre con una ceja levantada para después ver el rostro del chico, que buscaba sus ojos con la mirada.
Cuando el Cáncer reaccionó, quito su mano con rapidez.
-Perdón.
-Es obligatorio que lo haga? - preguntó rascando su cabeza.
-No, pero...
-Entones no.
-Por favor.
-Deja de decir por favor, demonios.
Venus cruzó sus brazos, de nuevo, y lo miro sería.
La expresión del chico era de suplica, y por un momento el corazón de la Virgo se ablando.
-Bien. Pero no me conoces. - advirtió.
Se fue sin pensarlo y camino sin vacilar.
Cameron miro a la chica alejándose mientras sonreía.
Había logrado que la Virgo lo ayudara con un trabajo de la escuela, incluso sabiendo que era sólo una simple excusa para acercarse a ella.
ESTÁS LEYENDO
The Sins Of A Zodiac One
Teen FictionTus pecados te cambian. Tus pecados te destruyen. Pero más que cualquier otra cosa: Tus pecados te hacen quien eres. Libro #2 Serie Be A Zodiac One