Cleo Lavrov en Multimedia
Gerard miraba de una lado para otro.
Se sentía observado e incómodo.
Desde que había salido de la escuela sentía la presencia de alguien a sus espaldas. Parecía desconfiar de todos y todo.
Siguió caminando con destino a su hogar.
Pero la sensación no paraba.
Al girar en una esquina, estaba dispuesto a enfrente a la persona que lo siguiera.
Y así lo hizo.
Cuando lo tuvo al frente puso verificar que era una chico de primer año. Con los ojos asustados y la expresión temerosa.
-Por que diablos me estás siguiendo? - dijo mientras lo cogía de la camisa.
-Y-yo... - el chico tartamudeo.
-Contesta!
Después de unos minutos de intimidación. El chico hablo:
-Larsson! El me dijo que lo hiciera.
El Géminis soltó la camisa del chico al escuchar el apellido de su profesor de música.
-Y por que?
El joven no respondió.
-Por que!? - esta vez grito.
-Tenía que entregarle esto. - le mostró un papel doblado.
Gerard tomo la nota empezó a abrirla.
No sintió que el chico se fuera. Estaba pagado como una estatua mientras miraba la nota. Posible curiosidad.
-Y tu que? Largo. - le dijo mientras lo ignoraba y le daba la espalda.
El sonido de los pasos sobre el escombro lo indico que el muchacho ya se había ido. Así que abrió la nota con total libertad.
Aula de música.
Viernes.
Después de clase.
P.Miro la nota sin comprender.
Que significaba eso? Su maestro de música, que por cierto odiaba más que a nadie, lo estaba invitando el viernes a su salón.
Río sin ganas.
Larsson si que tenía buen sentido del humor al pensar que el iría a una de sus reuniones.
Pero le pareció divertido enfrentarlo.
Así que dio vuelta en dirección a la escuela, para aclarar las cosas.
No tardó mucho. Y encontró la sala de música con las luces encendidas. Lo que indicaba que él aún seguía ahí.
-Que diablos significa esto, Larsson? - entró sin toca y gritando por todos los cielos.
Se sorprendió al encontrarlo sentado sobre su escritorio.
-Gerard? Creo que recibió mi nota...
-Por supuesro que lo hice. Que clase de broma estúpida es esta?
-Podría dejar de gritar? Tenga modales. Hay una invitada.
-No me venga a hablar a mi de modales!
El Piscis hizo un ademán con la cabeza, indicando que alguien más estaba en el salón.
Gerard giro la cabeza para encontrarse con una chica sentada en uno de los puestos.
Era Cleo.
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The Sins Of A Zodiac One
Roman pour AdolescentsTus pecados te cambian. Tus pecados te destruyen. Pero más que cualquier otra cosa: Tus pecados te hacen quien eres. Libro #2 Serie Be A Zodiac One