🥀PRESO🥀

realidad que mata

Después de una noche mas en el hospital para descartar cualquier anomalía que pudieran presentarse en ese tiempo y como me comento el doctor desperté en horas criticas que tiempo establecido al golpe que previene hace dos días, algo que me dejaba de lo mas confundido era la presencia de Levi, al parecer por palabras de kuchel el se la paso estos días cercas de mi rechazando la ayuda de alguien mas en cuidarme. No le di tanta importancia porque algo me decía que de atrás de todo esto tenía un as bajo la manga, no lo sé.

Al día siguiente por la mañana me dieron de alta, Levi junto con kuchel me llevaron a casa siendo recibido por una pequeña fiesta, cortesía de Hanji y Mikasa. A pasar por la puerta de la casa con la ayuda de kuchel quien empujaba la silla de rueda, pues al parecer esos dos días se entumecieron mis piernas al no moverlas, cosa que dejaremos para luego, como decía, fui recibido por el abrazo de oso de Hanji mientras algunas lagrimas se asoman en sus ojos. Correspondí el abrazo haciendo que se agaché, Levi entro a la casa obteniendo una mirada de reproche por parte de Hanji, se que la última vez que estos dos se juntaron pelearon y sé también que Hanji le echa toda la culpa a Levi, pero sé que no es así yo también tengo una parte de la responsabilidad.

Había algo más que me atormentaba, temor que me carcomía por dentro pensando en la manera de cómo lo tomaría el al saberlo.

-felicidades por tu salida- Mikasa se acerco a donde me encontraba entre sus manos tenía un regalo de color azul.

-no tenias porque molestarte Mikasa- agregue tratando de levantarme de la silla siendo regresado a mi lugar por Levi, en qué momento llego, pensé.

-eren no debes hacer esfuerzos todavía- agrego Hanji a un lado mío- tus heridas no sanan todavía del todo-.

-pero- sentí la mirada de Levi a mi espalda – está bien, gracias- sosteniendo el regalo para abrirlo desde mi lugar viendo en su contenido un peluche de titán con un costal de chocolates- muchas gracias- agregue viendo las mejillas de Mikasa muy rojas. Hablamos de cosas diferentes evitando lo más posible el tema del accidente, poco más tarde comimos una ensalada fresca y una variedad de postres, del cual escogi una rebanada de pastel.

-buenos es tiempo de que eren descanse- agrego Levi acercándose a mí para ayudarme, se empezaba a notar las horas de desvelo en su ojeras.

-es mejor que nos retiremos, cariño si necesitas algo no dudes en llamarnos- agrego kuchel.

-si gracias por todo y que tenga un buen viaje a casa- agregue subiendo las escaleras sosteniéndome de Levi, llegamos a la habitación y me sentó en la cama caminando a mi ropero sacando mi cambio de dormir.

-iré a despedirlos, cámbiate y acuéstate en un rato mas te traigo la cena- salió de ahí dejándome con cara de asombro hice lo que me dijo y me acosté, me corazón se acelerón al parecer las cosas entre él y yo cambiaria o a lo menos eso creí yo.

-señorito, despierte le traje la cena- dijo una criada de la casa, me senté en la cama recibiendo la charola para ponerla entre mis piernas mire a mi alrededor deteniendo mi mirada en la puerta esperando que alguien más entrara.

-el joven Levi salió muy arreglado- agrego leyendo mis pensamientos.

Sentí que algo en mi interior se rompía mientras mi cuerpo ardía en rabia, que ingenuo fui, solo espero que todos se fueran para irse con su puta, apreté mas los cubiertos y mis labios, que idiota pensar que con algo así cambiaria ese corazón ahora me daba cuenta de la verdad no importara cuanto me esforzara o las cosas que sucedieran ese imbécil nunca iba a cambiar.

-joven que le sucede- dijo asustada- le duele algo deje bajar por el medicamento- sale dejándome solo, lo menos que quería era estar solo, con la cabeza agachada viendo mi plato sentí mis lagrimas bajar por mis mejillas cayendo como gotas a mis manos hechas puños -en qué momento sucedió esto-pensé dejando la comida a un lado optando para volver a acostarme el apetito se me había ido, cerré los ojos con fuerza pidiéndole a Morfeo que llegara a tiempo.