pasan el tiempo y tu...

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Paso un mes más y las cosas no cambiaban, y por no decir mucho, en mi familia empeoraron, mi madre me ayudo mucho en la búsqueda de eren, contratando los mejores detectives, pero nada, la carta de divorcio se encontraba ya hecha solo faltaba la firma de ambas partes para dar por fin a este estúpido matrimonio que solo nos llevo a ser esta locura. A mi en un estúpido alcohólico y fiestero que se la pasaba haciendo lo que le daba la gana, llegando a un embarazo no deseado del cual estaba cien por ciento seguro que no era mío y  un eren triste, golpeado, abusado, violado y demacrado, si eso no fuera poco perdido en alguna parte de este intenso lugar.

La puerta se abrió lentamente dejando ver el rosto de mi madre asomándose antes de entrar por completo, trayendo entre sus manos un par de hojas y un té.

-hijo debes darte un suspiro, llevas horas en frente de la maquina- dijo mientras se acercaba a mí.

-estoy bien... tengo que pasar estos archivos antes de que Kenny este jodiendome la madre, sin ofenderte- comente mientras hacía presión en la parte alta de la nariz, haciendo suaves masajes de adentro hacia fuera.

-Levi, hijo. No quiero que vuelas a decaer, sube a tu habitación y descansa un rato- dijo en un suspiro dándome un leve masaje en mi hombro izquierdo -han pasado tres días desde que volviste a decaer... no quiero que decaigas por quinta vez-.

-no te preocupes no pasara de nuevo, estoy bien-.

-a él no le gustaría verte así...- agrego provocando que volteara a verla, sabia de quien habla. Fueron varios segundos lo que pasaron girando mi vista, haciendo como que no me afectara -amor, no insistiré nuevamente descansa-.

Tenía razón, no quería de nuevo por aquí a la loca de cuatro lente dándome nuevamente una reprimenda. Sabia de ante mano que estos dos meses había cambiado, casi no salía de la casa, solo lo necesario para ir y venir de la escuela. En algunas ocasiones el hambre se me iba provocando que empezara con un mal control alimenticio y no de más decir, el gran insomnio que cargo. No podía dormir, la culpa me carcome de sobre manera al grado de soñar con eren, aquella pesadillas donde lo violaba y maltrataba. Bostece por el sueño, me sobe el cuello por detrás y Salí de ahí junto con mi madre a mi habitación.

Ella se quedo a vivir aquí desde la tercera vez que caí inconsciente, ella me había encontrado en aquella ocasión, con un suave beso en la mejilla me despedí de ella para subir por las escaleras y entrar a mi habitación, habitación que por una extraña razón se convirtió  fría, aun no logrando descifrar el motivo de eso ¿será por falta de sexo o...? nuevamente pensaba en el. Por parte de mi viejo amigo Farlan, hasta la fecha no ha podido encontrar algo, en las pocas veces que teníamos comunicación estas eran contadas las cuales duran varios minutos pero siempre con el mismo dilema, no encontró nada.

Otra cosa que había cambiado por una cierta temporada, fue la llegada a petra a la casa, desde que esta fue a dar un sermón en mi familia mi madre exigió que se quedara en la casa mientras el bebe naciera y dar la prueba. La muy estúpida pensó que hablando con la familia le facilitaría casarse conmigo, pero el mundo se le fue abajo cuando mi madre le pidió la prueba de paternidad y además del pequeño detalle de que yo soy casado.

Me quite los zapatos y así me acosté, no tenía ganas de cambiar mi ropa por algo más ligero, necesitaba descansar aunque no lo quisiera, necesitaba relajarme un momento de toda la crisis que mi cuerpo estaba en estos dos meses. Mis músculos se estaban relajando ya encontrándome en el quinto cielo cuando el fuerte estruendo de la puerta ser abierta lo desvaneció.

-¿Qué deseas?- le dije viéndola de reojo.

-te he estado llamando como estérica todo el día y tú ni siquiera que molestas en levantar la bocina y contestarme-.

🥀PRESO🥀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora