Mi badboy

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Cambio las sábanas manchadas por la sangre que produce mi padre cada vez que abusa de mí. Sé que si las ve manchadas me pegará aún más de lo que ya lo hace.

Cuando ya he limpiado la cama, abro las ducha, esperando que el agua salga caliente. una vez el agua esta templada me meto de bajo de la ducha y empiezo a restregar con la esponja mi cuerpo para intentar limpiar mi cuerpo de la suciedad que deprenden sus manos.

Mi cuerpo no está desnutrido, el me deja comer siempre y cuando cocine para él, desnuda.  A veces pienso que lo único que le hace feliz es ver sufrir a las personas. Pero me he acabado dando cuenta de que solo es así conmigo. Me visto lentamente, es verano pero me visto con un chándal de pierna larga y una camiseta larga y grande ocultando los morados que adornan todo mi cuerpo.

...

Voy caminando de camino a el instituto. Allí soy nueva, y solo tengo una mejor amiga, Raquel.

Ella es conocedora de mi situación y me apoya siempre. Se mudo conmigo a Madrid y ahora vive con su tía solo para estar conmigo. Creo que es la única que me quiere pase lo que pase.

Llego al instituto y allí está ella. Ella es rubia, de pelo liso al contrario que yo, que con mi pelo castaño y con pequeños bucles en las puntas. Éramos diferentes en todo excepto en la altura ya que las dos mediamos un metro y medio largo.

Entramos al instituto y nos dirigimos a por nuestros horarios,  todo el mundo nos dedicaba alguna que otra mirada ya que éramos las nuevas. Los tíos miraban a Raquel con deseo a mi con asco, y las chicas nos miraban indiferentes y con aire de superioridad.

En este instituto no había ni porristas ni jugadores de futbol americano, todos se mantenían en un mismo rango con algunas diferencias.

Nos dieron nuestros horarios en secretaría. Nuestro horario consistía de seis horas con solo un recreo, quedando la mañana dividida en tres horas, descanso, tres horas.

La primera que nos tocaba era tutoría. Nos explicaron que lo único que haríamos sería  hablar de la convivencia en clase y demás cosas.

....

Una vez encontramos la clase llamamos y nos abrió una señor de unos 40 años fáciles.

-Oh, ustedes deben de ser las nuevas, no?- pregunto mirándonos a ambas

-Sí- contestó Raquel feliz mientras yo miraba el suelo

-Perfecto, pasen por favor- entramos a una clase donde había 31 alumnos sentados en sus pupitres y otra vez volvieron las miradas a nosotras.

-Bueno chics- dijo la profesora refiriéndose a todos los alumnos- Ahora ellas se presentarán y ustedes preguntaran lo que quieran, entendido?- no me gustaba presentarme, por lo general nadie estaba interesado en conocerme y eso hacía que me pareciera innecesario y humillante.

-¡Hola, soy Raquel y ella es Laura!- contestó mi amiga feliz

Justo después de que Raquel terminara de hablar todos los alumnos levantaron la mano y la profe fue eligiendo uno a uno.

-¿sois novias?

-No

-¿Tienes novio hermosa?

-No, pero no saldría contigo ni muerta- contestó rápida Raquel

-¿De que se conocen?

-Nos conocimos en un bar

-¿Cuantos años tienen?

-Diecisiete

-¿Eres virgen?- cuando lanzaron esa pregunta mi cuerpo se tenso. La profe se había ido a si que Raquel contesto: