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Llegamos a la comisaría, mis nervios estaban a flor de piel. Aún no entiendo por qué Jayson me ayudaba con toda esta mierda, pero en este momento estaba tan nerviosa que eso apenas ocupaba mis pensamientos.

Cuando entramos al recibidor de la comisaría, un hombre entrado en años se apoyaba en el recibidor. Nos acercamos a él, mis manos temblaban y mis piernas parecían echas de gelatina. Jayson debió darse cuenta de mi miedo mezclado con nerviosismo, porque me agarro de la mano separando mis dedos que jugaban nerviosamente entrelazando sus dedos con los míos. Su gesto consiguió relajarme aunque los nervios seguían hay.

El pensar que mi padre ya habría llegado a casa y que en este momento me estaría buscando irradiando ira por todos sus poros, simplemente, me aterraba.

Cunado estábamos ya enfrente del comisario mayor Jayson dijo:

-Buenos días, queríamos denunciar a un hombre por abusos al menor maltrato y humillación.-dijo Jayson acercándome con su mano posicionada en mi cadera a él.

-Entiendo...- dijo el comisario mirándome con pena- en seguida les atenderá el teniente Roswell

-Esta bien, gracias.- dijo Jayson arrastrándome con él hasta unas sillas que había en el pasillo de la comisaría.

Pasaron al cabo de cinco minutos cuando un hombre de unos 40 años salió acompañado de una mujer de unos 20 años. Supuse que debía ser la chica en practicas que suele haber en la comisaría. Aun que por las miradas indiscretas que le mandaba a Jayson y que este ignoraba por completo, me hacía saber que no se dedicaba únicamente a resolver casos. El teniente se nos acercó:

-Buenas tardes, tengo entendido que quieren denunciar unos abusos- dijo desviando su mirada a mí

-Así es- dijo Jayson acercándome a su cuerpo.

-En ese caso, por favor síganme

Jayson y yo caminamos detrás del teniente mientras que la chica en prácticas iba detrás de nosotros. Jayson jugaba nervioso con mis dedos entre los suyos. Me causo gracia ese acto, pues la que debería estar nerviosa era yo, sin embargo el estaba en tensión completa:

-Jayson, se supone que debería ser yo quién estuviera nerviosa- dije en un susurro mientras agarraba sus manos.

-Lo sé...- dijo mirando el suelo para desviar su mirada a mis ojos inmediatamente- Quiero que sepas que estoy contigo en todo, ¿vale?-dijo besando mi cabeza

-Tranquilo, nunca nadie hizo esto por mí, sé que me apoyas

-¿Van a pasar los dos?- interrumpió la chica en practicas- Porque si es necesario yo acompañaré al que se quede fuera- dijo haciéndole ojitos a Jayson. No solía ser celosa, pero no podía evitar que me molestara aquella falta de vergüenza, ¡veníamos a denunciar una violación!

-¿Quieres que te acompañe?- preguntó Jayson

-Si...- dije siendo consciente de que se iba a enterar de todo- Pero promete que sabrás controlarte

-Lo juro- dijo entrelazando nuestros dedos

-Entonces comencemos- dijo el teniente

Entramos a una sala con una mesa, cuatro sillas un par de micrófonos y cámaras en las cuatro esquinas. Estaba pintada de blanco con una franja verde a la altura de la rodilla. No era triste y gris como en las películas. Había una ventana que proporcionaba luz natural y ventilación.

-bueno, antes de comenzar quiero que sean conscientes de un par de cosas- dijo el teniente que se había sentado frente a nosotros- Después de la denuncia se te proporcionará una escolta para evitar percances y una forense examinará tu cuerpo para corrobora tu testimonio. ¿Entendido?- Dijo mirándome

-S... sí- dije nerviosa y entrecortadamente

-Vale, relájese y cuénteme desde el comienzo hasta ahora- dijo tomando una libreta

- Todo comenzó cuando tenía doce años, mi madre nos abandonó a mi padre y a mi por otra mujer...





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