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-Ahora puta, haz la cena.

A si que con las piernas manchadas de mi propia sangre prepare la comida.  cuando serví los dos platos en la mesa el cogió un  cuenco de plástico, vertió mi comida en el y lo tiró al suelo obligándome a come en el suelo, a sus pies.

Cuando el termino de comer recogí los platos y limpié la cocina aún desnuda. Una vez terminé y subí a mi habitación para poder lavarme y vestirme.

Cuando salí de la ducha me le encontré en sentado sobre mi cama con una botella vacía de cerveza en la mano. Sus manos se pasearon sin ningún pudor por mi cuerpo y arrojó mi toalla a algún lugar de la habitación. Sus labios recorrían mi piel dejando una rastro de babas  por mi cuerpo.

***

Me desperté con mi cuerpo dolorido a causa de la tremenda paliza de ayer.  Limpió las sabanas que vuelven a tener sangre y me ducho intentando limpiar mi cuerpo, pero los recuerdos afloran en mi mente y no puedo hacer más que llorara y llorar en silencio.

Cuando salgo de la ducha con mi corto pijama me fijo el que las ventanas tiene las cortinas rasgadas a causa de que ayer intente esconderme tras ella y no fue suficiente, mi ventana da con la ventana de otra casa.

Voy a cerrar las rotas cortinas para que nadie de la otra casa pueda ver nada de lo que mi padre me hace. Cuando la cabeza del chico del gimnasio aparece tras la otra ventana.

Me vio desde su ventana y me saludo a lo que yo iba corresponder cuando mi padre entro en mi habitación. Cerré corriendo la cortina o eso intenté porque estaba tan rota que ni siquiera tapaba la mitad de esta.

Mi padre, borracho, se acercó a mí y me beso brutamente haciéndome gritar a causa de las heridas que producía en mi labio al morderlo.

Intenté alegarme de la ventana y alejarle a mi "padre" de ella pero solo conseguí que me asestara un fuerte golpe en mi pómulo derecho. Era consciente  de que el chico del gimnasio estaba viéndolo todo. Después de darme varias patadas se fue dejándome tirada en el suelo sangrando.

Me levanté a duras penas para poder bajar la persiana. Cuando me asomé vi que el chico ya no estaba.

...

Había llegado tarde a clase a si que llamé despacio a la puerta. La puerta se abrió dejando ver a un cabreado profesor de filosofía:

-¿Por qué llega tarde, señorita?- dijo muy cabreado por haber interrumpido su clase

-Estaba conmigo- dijo una voz a mi espalda sin dejarme contestar

-Señor Rewen- dijo el profesor cabreado, en ese momento me giré  y vi al chico del gimnasio...- ¿Es cierto lo que dice señorita Collins?- me pregunto ahora el profesor

-Si...- contesté tímida

-Está bien... supongo que Raquel no tiene nada de culpa pero usted Jayson, no quiero volver ha verle llegar tarde, si no, será expulsado

-Esta bien- contestamos a la vez Jayson y yo.

Me dirigí a mi mesa cuando noté la mano de Jayson sobre la mía:

-En el recreo en la biblioteca- susurro muy cerca de mi oído

-Esta bien- contesté susurrando de la misma forma

Las tres primeras clases ya habían pasado y me dirigía  a la biblioteca para hablar con Jayson. Sabía de que quería hablar y era eso a lo que le tenía miedo.

Llegué a la biblioteca y le encontré sentado en una mesa al final de todo el aula, me acerqué a el nerviosa.

-Hola...- dije susurrando para que el profesor no me escuchara

-Hola - dijo levantando la vista de su móvil y mirándome a los ojos para luego deslizar su mirada hasta mi golpeado pómulo- debería haber hecho algo- dijo acariciando con su pulgar mi cara

-No pudiste- dije con los ojos acuosos

-No puedes seguir así- digo levantando mi barbilla haciendo coincidir nuestras miradas

-No puedo huir- dije mientras dejaba caer lagrimas por mis mejillas

-Sh... no llores- dijo limpiando mis lágrimas 

-Lo siento, nunca deberías a ver visto nada- dije apartando mi mirada de la suya

Me levanté de la silla y salí de la biblioteca con Jayson a mi lado. Una vez salimos el me hizo girar:

-Déjame ayudarte... por favor- dijo a modo de suplica.

Cuando iba a contestar una chica se nos acercó, vale corrijo  una cosa. Aquí también hay putas.

La rubia que se nos acerco, me dio un golpe con su hombro y se lanzo a los labios de Jayson. Jayson no se aparto y tomé eso como un "se a acabado la conversación". Iba a darme la vuelta cuando escucho un golpe, me giro y veo a la rubia caída de culo en el suelo y la mano de Jayson agarrando mi muñeca impidiendo que me vaya

Mi badboy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora