Criminal ~TERMINADA~ (Editando)

Capitulo 23

-Lucía está viva...- repaso la frase en mi mente una y otra vez. No se si estoy en shock, pero por alguna razón no puedo creermelo.
-¿Qué... qué has dicho?- ella se acerca a mi 
-La están usando contra Sam, tienen un plan ellos también y...
-Espera...- la detengo poniendo una mano frente a ella.- ¿están juntas?
-No lo se.
-Muy bien.- me giro, aun pensativo.- gracias Penn
Camino lejos de todos, quiero estar solo un momento, debo pensar claramente. Lucía siempre fue parte esencial en mi vida desde que la conocí y me partió el alma perderla. Superé su "muerte", diciéndome a mi mismo que ya no podía recuperarla, que tenía que dejarla ir. Y ahora, resulta que ella está viva, que Sam podría estar con ella y ¿qué tengo que hacer ante eso? No puedo renunciar a ella, a ellas, cuando me prometí que jamás dejaria que le hicieran daño a la persona que me hizo olvidar el dolor que sentía y cuando la persona que no podía olvidar ha regresado. ¿Qué sigue ahora?
-Liam...- me giro bruscamente y encuentro a Thomas frente a mi.- ¿estás bien?
Suspiro. -No, amigo mio, no estoy bien.
-Ya sabemos donde está, ¿qué es lo que te preocupa ahora?
-Lucía
-Creí que la habias...
-No.- lo interrumpo.- no podia. Thomas no se que hacer...
Lo veo dudar un momento y después, James se acerca a nosotros.
-Liam, estamos listos para partir.- miro a Thomas
-Vamos en un momento.- responde él por mi. Cuando James se aleja, Thomas vuelve a mirarme.
  -El plan tiene que continuar
Asiento.
-Tienes razón, no será de nuevo una excusa.

**SAM**
Despierto en el mismo cuarto de siempre, sintiendo algo tibio y húmedo sobre mi frente. Doy un brinco y, cuando mi vista se aclara, logro ver a Cam con un trapo sobre su mano.
-Solo estaba limpiando tus heridas.- se excusa levantándose.
-¿Cuales heridas?.- me toco la frente, pero no siento nada más que el ardor al rozar la herida.
Cam me acerca un espejo y asi es como logro verme las heridas, pero tambien observo mi cara, mi piel. Está sucia, mis ojos están hinchados y mis labios resecos. Las heridas eran lo de menos en ese momento. Miro a Cam, y le extiendo el espejo asintiendo un par de veces.
-Gracias.- hablo quedamente
-¿Tienes hambre?.- me pregunta y yo niego con la cabeza
-Sólo quiero irme a casa y regresar a mi antigua vida
Logro ver que trata de fingir una sonrisa, pero no le funciona.
-¿Qué pasa?.- pregunto al ver su gesto de dolor
-Ellos nos vigilan.- dice con un tono de susto en su voz
-Pero, estás con ellos, ¿qué te asusta?.- me mira sin entender
-¿Cómo que estoy con ellos?
-Te oí hablar con Sebastián ayer...- abre los ojos como platos y se acerca lentamente a mi
-¿Qué fue lo que oiste?
-Todo. ¿Qué vas a hacer conmigo? Si vas a matarme, te sugiero que lo hagas ya, porfavor
-No voy a matarte, Samanta. Quiero salir de aqui, igual que tú
-Ah, si ¿y yo soy tu pase de salida, no?
-No.- dice mientras niega con a cabeza.- quiero que vayas conmigo.
-Y ¿cómo piensas hacer eso?.- digo poniendo las manos sobre mi cintura
-No lo se, pero tiene que ser pronto. Tengo un plan ¿vas a cooperar?.- asiento 
-¿Qué tienes en mente?.- digo con una sonrisa malévola

*LIAM*
Penélope nos ató de manos y pies, quedamente, junto con la boca cubierta con cinta, como si ella nos hubiera secuestrado a Thomas y a mi y estuviera a punto de llevarnos con Daniel y Sebastián. Ese era el plan. Vamos sentados en la parte trasera de la Ram Van negra, que pertenece a Jack. Penélope va del lado del copiloto y James conduce hasta el escondite de Daniel y sus matones. Cuando se detiene, sé que llegamos. El plan esta por comenzar. 

Penélope baja del auto al mismo tiempo que James. Ambos esperan la llegada de Daniel y su aprobación para abrir las puertas traseras, que nos cubren a Thomas y a mi. Escuchamos un par de voces antes de que ambas puertas se abran de golpe y ambos apretamos los ojos por la luz que entra y lastima nuestros ojos, a causa de la oscuridad de la parte trasera. Daniel sonríe al vernos en aquel estado y manda a James y a otros dos de sus matones para sacarnos. No lo hacen con cuidado, James para aparentar y los otros dos por costumbre. Nos tiran al suelo.