Criminal ~TERMINADA~ (Editando)

Capitulo 8

Los dias en Mountain Brook me parecian muy estresantes, habia llegado en el preciso mes de exámenes y debía ponerme al corriente en todas las materias, y en la mayoria de sus temas. Liam se ofreció a ayudarme, todos los dias iba a mi casa y me ayudaba, más con Matemáticas que me resultaba bastante difícil. Pasaron los dias y a finales de Febrero -unos dias antes de mi cumpleaños- Liam me recordaba que tenía una sorpresa para mi.

-Con tanto que insistes, espero que valga la pena ¿eh?.- dije mientras caminabamos de camino a casa, ya que había mandado al taller a "Rogelio", asi era como le llamaba a su convertible rojo.

Típico de un hombre. 

-Ya te dije que será grandioso, me tomé la libertad de investigar sobre tus gustos.

-¿Más?.- bromeé.

-¿Más qué?

-Tengo una hermana muy chismosa, no lograrás engañarme. Sé que le has estado preguntando cosas de mi, Liam.- soltó una carcajada y volteó hacia otro lado.

-Sabia que me delataría.- me reí con él.

-Bueno, pero sólo me dijo eso, parece que te encubre más a ti que a mi.

Al llegar a casa, hicimos lo mismo de todos los dias, dejar las mochilas en el suelo de la sala, pasar a la cocina, comer un poco y sentarnos hacer las tareas. Claro que yo era la única que lo hacía, ya que él se limitaba a seguir con su papel de chico malo y no hacía nada, aunque le hacía muy bien de tutor.

-Sam.- me llamó mientras se acomodaba en la silla y yo hacía unas ecuasiones que, pasados unos segundos, él me acababa de explicarme.

Lo miré. Él se quedó pensativo unos minutos.- estás mal  en esa.- dijo después de un largo y descepcionante suspiro, señalando una de las ecuasiones.

Miré de nuevo mi cuaderno, repasando cada procedimiento y la respuesta. Lo escuché levantarse y posarse a mi lado.- Aquí.- volvió a señalar.- no debería darte 15, checa bien tus cálculos y sabrás de que habló. Iré por un poco de agua ¿te traigo algo?.- negué con la cabeza.

Cuando por fin terminé, subimos a "nuestro lugar", con una bolsa de gomitas de sabores. Liam cargó dos sillas y las acomodó de frente a la vista que teniamos. No se veía gran cosa, pero nos encantaba estar ahi. Me senté y abrí la bolsa, él se sentó también e intentó arrebatarmela -como otro dias- pero fui más rápida y se lo impedí.

-Oye.- me regañó.

-Losiento, las damas primero.- hizo pucheros.

Rodé los ojos y se las dí, sonrió triunfante, metió la mano y sacó unos 3 pares de color azul, sus favoritas.

-Deja de escogerlas, caray.- le arrebaté la bolsa. 

-Sabes que son mis favoritas.- se acomodó y se cruzó de brazos mirando hacia el frente.- oye, ya casi se acerca la fecha del partido ¿si iras?

-Claro, me encantaría ver como te dan una paliza.- él soltó una carcajada.

-Se necesitaria un ejército para logralo, cariñ.- me reí.

-Claro que ire, no me lo perdería por nada.- me giré para mirarlo, nuestras miradas se encontraron y le sonreí con ternura.

-Bien, ahi nos veremos.- dejamos de vernos y seguimos comiendo.- ¿quieres ir por un helado?

-A ¿Grimaldi´s?.- dije emocionada 

-¿En dónde más?.- me guiñó el ojo y se levantó.- de ahi aprovechamos y recogemos a Rogelio.