114. Nunca Te He Pedido Nada

491 64 33
                                    

Clarke que entró corriendo en la enfermería sorprendió a Jackson que estaba sentado en su mesa de trabajo ajustando algunos dispositivos a pesar de las horas que eran porque algunos estaban fallando a causa de la tormenta.

—Clarke —dijo Jackson poniéndose en pie al verla entrar tan agitada.

—¿Y mi madre? —preguntó Clarke de inmediato nada más verle—. ¿Dónde está?

—Ha ido un momento a comprobar los generadores —explicó él un tanto desconcertado—. ¿Puedo ayudarte yo en algo?

—Si —dijo Clarke moviéndose de inmediato por la enfermería cogiendo una vieja bolsa de un estante comenzando a meter dentro toda clase de medicinas que veía apostadas por las estanterias y los recipientes.

—Clarke, ¿qué...? —se preocupó él al verla asi no sabiendo bien que pasaba antes de salir de detrás de su mesa—. ¿Qué estás haciendo con todas esas medicinas?

—Las llevó a Polis y a mi madre también —dijo Clarke comprobando algunas cajas y apositos antes de meterlas también dentro de la bolsa sin mirarle recorriendo a tientas la sala.

—No puedes hacer eso, esos suministros los necesitamos aquí hay heridos que necesitan de ellos... —dijo él entrecortada y nerviosamente al ver que arrasaba con todo—. No puedes llevartelos a Polis, si me cuentas que pasa tal vez yo pueda...

—Jackson —le interrumpió ella volviéndose a mirarle—. Vas a tener que confiar en mi ahora mismo cuando te digo que necesito llevarlos a Polis.

Abigail que llegaba en ese momento se desconcertó al verlo todo así.

—¿Qué está pasando aquí?

—Mamá —dijo Clarke nada más verla metiendo algunas inyecciones y bolsas de suero en la bolsa—. Recoge tus cosas, te vienes conmigo a Polis ahora mismo.

Abigail que se quedo un tanto parada al oírla miro a Jackson que le devolvió la mirada cargado de dudas.

—Clarke, ¿qué es lo que pasa? —preguntó Abigail acercándose a ella—. Fuera está lloviendo muchísimo es peligroso salir en este momento. Cuéntame qué es lo que pasa.

—La hija de Lexa se está muriendo, mamá. Lexa te necesita en Polis —dijo atropelladamente Clarke mirándola con angustia—. No sé cómo ha pasado, no se nada solo que nos necesita a las dos allí.

Abigail que se había quedado completamente parada al escuchar eso ya que Clarke les había puesto al día sobre las nuevas noticias acerca de Polis y Azgeda se desconcertó por completo. Fuera estaba cayendo el diluvio universal o lo que debía haber sido este, alguna vez, ¿y ella pretendía que fuesen a Polis antes de que escampara?

—Clarke...

—Nunca te he pedido nada —dijo ella conociendo bien ese tono de voz antes de mirarla a los ojos—. Ahora te lo pido. Por favor, mamá, por favor ven conmigo a Polis.

Abigail que tragó con fuerza viéndola a los ojos sabiendo cuánto le debía aún con el temor que le infundaba una tormenta así miro hacia la esclusa viendo el tiempo azotar la lluvia contra la ventana fuera y asintió finalmente.

—Vale, bien pero... Lincoln vendrá con nosotras él conoce el bosque mejor que nadie y sabrá guíarnos durante la tormenta.

—Bien, coge todo lo que creas que puedas necesitar iré a buscarle y nos reuniremos aquí contigo —le dijo Clarke con premura acercándose a abrazar a su madre con fuerza—. Gracias, muchas gracias por esto...

Al separarse y verla marchar así Abigail dirigió su mirada a Jackson un tanto preocupada y él aún sabiendo lo peligroso que era aquello se acercó a ella.

—No puedo dejarles solos pero te ayudaré a coger lo que necesites —repuso el otro médico antes de acercarse a los estantes para empezar a reunir aquellos suministros que pudiese necesitar.

Continuara...

Asumámoslo, Ahora Esto Es Lo Que Somos 1. (#TheWrites)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora