Remember Me [Leondre Devries]

Capítulo 17 [Dios mío, ¡Que casi me matas!]

Narra Leondre

Algo impactó contra mi cabeza nada más escuché a Ari gritar mi nombre. El golpe fue horriblemente fuerte y como no estaba apoyado en nada perdí el equilibrio y me desplomé en el suelo.

-¡¡¡¡¡AAAAAAAYYYYY!!!!!-

-¡ARI!- Gritaron todos a la vez

No me levanté del suelo. Veía algo borroso pero aún así busqué lo que fuese que me había dado palpando con la mano por el suelo, y encontré algo esférico que por la textura supe que era una naranja ¿Me había pegado con una puta naranja?

-¡Leo! ¡Mierda, perdóname!- Se acercó preocupada y se arrodilló a mi lado, entre su preocupación se colaban algunas risas

-¿Que te perdone? Dios mío, ¡Que casi me matas!- Protesté, aunque tan solo fingía

-Ay Leo... Lo sientooo...- Repitió otra vez

-¿Lo sientes? ¡Pues yo no siento esto!-

Me miró extrañada y volvió el rostro hacia mi, lo que yo aproveché para intentar meterle la naranja en la boca a presión.

-¡Maldito imbécil!- Me gritó a la vez que la agarraba por una pierna y la tiraba al suelo conmigo

-¿Queréis parar?- Preguntaron el resto ya cansados de nuestros juegos

Cuando conseguí quitarme a Ari de encima y Charlie me ayudó a levantarme me llevé la mano a la cabeza, notando un enorme bulto en el lugar del golpe

-Por tu culpa voy a tener este golpe semanas- Volví a quejarme sin dejar de palpar el sitio, provocándome más dolor innecesario

-No toques, pesado- Me dijo apartando mi mano y colocándola tras su cintura

Que lista es.

-Oye, me da que tenemos que ir al supermercado después del desayuno eh.- Nos avisó Charlie abriendo las alacenas y señalando lo vacías que estaban

Y tras eso, desayunamos juntos y nos echamos unas cuantas risas. Al acabar Ari se encerró en su cuarto con sus amigas y tardo media hora en cambiarse. Cuando salieron en fila india y empujándose las unas a las otras pudimos irnos al supermercado.... Andando.

Al llegar Ari se metió dentro de un carro de la compra y obligó a Danielle a que la llevase. La escena era extraña, pero a las tres chicas parecía no importarles.

Charlie y yo las dejamos solas por los pasillos del supermercado y nos las encontramos diez minutos más tarde en la caja con el carro lleno de comida y Ari en medio. Sofia llevaba otro carro sin chicas dentro, pero igualmente lleno de comida

-¿Seguro que necesitamos todo eso?- Pregunté aterrado ante semejante cantidad

-Si, para empezar si- Contestó la pelirroja