Capítulo 4

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Emma se estaba dirigiendo a la sala de castigo. Pensó en Jason. Se encontraba en una situación muy incómoda después de la noche de la fiesta. No quería cruzarselo, pensarlo o sentirlo. Pero ahora tendría que pasar tres horas sola con él.

Decidió que solo dormiría o jugaría con su teléfono. No le prestaría la más mínima atención.

Allí estaba el salón 63. Igual a los demás, solo que este tenía un cartel en su puerta que decía:

"Salón de castigos"

Dio un respiro y entró.

Jason estaba en el fondo en un banco individual con muchas hojas a su alrededor y un lapiz en su boca. No había notado la presencia de la chica hasta que esta cerró la puerta del salón.

La miró pero ella apartó la vista.

-¿Qué tal, St... -Dijo Jason pero dejó de hablar ya que Emma se había puesto los auriculares.

Ella se sentó en uno de los asientos de adelante para no poder verlo. Se sacó su sweater, lo puso sobre el banco y apoyó la cabeza. Cerró los ojos y se durmió.

-Oye, Steel...

Jason la estaba llamando. Abrió los ojos y lo vio.

Tenía los cabellos alborotados, la mirada cansada y una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.

Está vez esa sonrisa era una sonrisa amable, nada comparado a la sonrisa que le había mostrado en la fiesta.

-¿Qué necesitas? -dijo ella acomodándose en el asiento.

-Se te ha caído el teléfono mientras dormías. -se lo levantó del suelo- toma.

Emma miró que los auriculares que tenía puesto estaban desconectados. Tomó el teléfono y rozó la mano del chico.

Lo miró a él. Sintió su mano cálida. Eso la sonrojó lo que logró que apartara su mano bruscamente.

-Steel... yo... anoche...

Emma se sorprendió al ver que Jason estaba nervioso. Lo notaba tenso y podía ver gotas de sudor en su frente. Creía que era el tipo de chico que tenía todo asegurado.

-Lo que intento decir es...Mira, Miles se comportó como un estúpido al arruinar tu vestido así...

-¿Crees qué es el único que se comporta como estúpido?- soltó Emma enfadada.

Jason se asombró al escuchar la respuesta de Emma. Siempre se ponía nerviosa y en ese momento parecía segura de lo que hablaba.

-¿Crees que actúe como un estúpido? Yo no he sido el que te arrojó la bebida en el vestido, -se cruzó de brazos- es más, pensaba en decirte si querías que lo mande a la tintorería.

Emma cada vez se sorprendía más. ¿En serio Jason creía que no actuaba como estúpido con ella?

-La verdad... No actúas como estúpido -Emma hizo una pausa y Jason sonrió- No, para nada. Tan solo actúas como un imbecil niño de jardín que necesita molestar a los demás para llamar la atención. -Emma comenzó a gritar- Desde que comenzamos el ciclo superior de secundaria, tú te has preocupado de hacer mi vida miserable cada día. ¿Qué te he hecho yo? ¡Dímelo de una vez por todas, Jason! ¡Deja de ser un niño y habla!

Jason la estaba mirando fijamente pero corrió la vista. Parecía un niño indefenso.

-Yo...

Jason no pudo continuar ya que el célular de Emma sonaba.

Emma tomó rápido su teléfono. Número desconocido. ¿Quién podría ser?

-¿Hola...? -dijo dudosa.

Lo que dice el corazón [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora