Capítulo 2

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Siempre la dejaba en ridículo. Emma se preguntó si Jason la dejaría en paz algún día. Ella no era de las que andaban detrás de él, no tenía interés en un chico como Jason. ¿Para qué? Para lo único que servía esa clase de chico era para romperte el corazón. Y los corazones son difíciles de arreglar, lleva tiempo y duele. No recordaba la vida sin que Jason la moleste. Él la odiaba, o eso creía ella, y no sabía por qué.

Dejó de pensar en eso, no necesitaba pensar en cosas malas. En cinco días rendía un examen y no entendía el tema. Pensó en comenzar a estudiar pero estaba esperando a Lily, tal vez ella la ayudaría.

Emma se encontraba recostada en la cama de su habitación. Esta era pequeña y estaba pintada en tonos pasteles, tenía estanterías con muchos libros y en la cama se encontraba una gran variedad de peluches. Había poca iluminación, pero alcanzaba para leer de noche. Emma se preguntó que haría sin los libros, eran su mayor compañía en todo momento. Cuando estaba triste, leía. Cuando estaba feliz, leía. Cuando estaba enojada, leía. El mundo era mejor con los libros. No podía entender como había gente que no le gustaba leer, solo tenían que encontrar el libro indicado, la historia indicada.

Había quedado con Lily a las 7:00 p.m. y pasaría la noche en su casa ya que sus padres estaban fuera por tres días. Era las 7:30 p.m. y todavía no había llegado, Emma se preguntó si algo le había pasado. Decidió llamarla pero justo cuando tomó el teléfono, oyó el timbre, la forma en el que fue tocado hizo saber a Emma quien era. Lily.

La habitación se encontraba en el piso de arriba por lo que tuvo que bajar las escaleras de caracol y lo hizo lo más rápido que pudo.

Abrió la puerta y ahí estaba ella, vestida con un vestido rojo sin mangas al cuerpo que le llegaba por abajo de la rodilla y tenia un escote en v. Estaba toda maquillada y producida. ¿Por que estaría vestida así? Emma se miró el pijama y le dijo:

-Hola, oye, ¿por qué estas vestida así y por que tardaste tanto?- pudo notar que su amiga estaba muy feliz y la miraba con cara de súplica-. Lily, que haces así?

-¡IREMOS A UNA FIESTA!- gritó.

Emma soltó una carcajada, se volvió a mirar el pijama y la miró a su amiga, creía que era una especie de broma
-Te das cuenta que estoy en pijama y te burlas de mi, ¿verdad?- se encontraba sorprendida, no creía que Lily lo estuviera diciendo en serio- Dime que no hablas en serio y que solo es un chiste.

Lily se puso seria y negó con la cabeza, miró a Emma y vio en sus ojos todo lo que su amiga había hecho por ella. No podía imaginar la vida sin Emma.

-Por favor, Emma, mis padres no están en la ciudad y me dijo Kevin de encontrarnos allí.

Kevin era el chico que hablaba con Lily, Emma no lo conocía ya que era un "amigo virtual" de su amiga. Cuando Lily le contó sobre este chico, se veía realmente emocionada.

-Lily, ¿de verdad crees que Kevin no sea un loco que esta hablando contigo solo para hacer trata de mujeres o algo así? Ni siquiera lo conoces. -Emma estaba buscando una excusa, aunque de verdad le preocupaba eso- Mira, tal vez sea un loco, o tal vez sea un chico normal, pero prefiero no arriesgarme y solo quedarme en casa contigo, mirando películas.

-Emma, no me gusta suplicar, pero se dio está oportunidad y quiero intentar verlo, ¿es mucho pedir? Solo esta vez- Estaba por llorar y estaba haciendo puchero. Emma no podía contra eso y Lily lo sabía.

Lo que dice el corazón [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora