Entre Tiempos

8

Al amanecer los muchachos salieron de la aldea para explorar el lugar los chicos iban casi inconscientes y más Layla quien estaba dormida en espaldas de su hermano quien se estaba cayendo por tanto sueño que tenía
-Oigan ¿estas bien?-
-Si estar bien es caerse por el sueño si estamos perfectamente-
-No durmieron- dijo Lucy y antes de contestar se oyeron dos azotes, Igneel y Layla se habían caído
-Silver-anii ¡Ayuda!- dijo Igneel mientras se intentaba quitar a su hermana de encima
-Oye Layla llama a un espíritu para que te cargue- dijo Silver a la niña mientras levantaba a Igneel quien estaba casi durmiendose pero fue despierto por un frío en su nuca
-Esta frío ¡No seas imbécil Silver-anii!- dijo el joven infantilemente mientras Layla se paraba a duras penas y caminaba a modo zombie
-Tengo sueño, jejeje ¡Estoy encendida!- dijo la rubia haciendo que su hermano se diera un golpe
-No Layla, no eres.....- el chico volteo dos veces para comprobar que el Ds se había ido lejos para luego voltear a ver a su hermana
-No eres papá Layla-
-Jejeje, voy a acabar con todos ustedes y los quemare- Silver sólo pudo empezar a reírse hasta reventar
-Esta peor que cuando se pone borracha- dijo mientras se agarraba el estómago y justo antes de que le pudieran reclamar los jóvenes magos oyeron un golpe y un fuerte estruendo
-¡¿Que diablos fue eso?!- dijo Layla mientras regresaba a la normalidad por tal estruendo, los chicos se vieron y corrieron hasta ahí, al llevar ahí vieron un gran ratón y a sus padres ir a atacar al pobre animal, después de eso siguieron al templo donde se pusieron a explorar pero por alguna razón Igneel se sentía mal, una opresión en su pecho hizo que caminara más lento pero luego cuando nadie se lo espero gracias a Salamander el suelo se rompio los chicos sintieron un ligero deja vu al sentir el contacto con el duro suelo cosa que hizo que soltarán un quejido se pararon al oír una conversación entre los magos
-Deliora ¡¡¿Que hace aquí?!!- Silver y el resto de los muchachos se acercaron hacia los magos para encontrar un enorme monstruo congelado cosa que provocó asombro entre todos los presentes, Silver sólo suspiro
-Vámonos, Layla, Igneel y Leo no tenemos nada que hacer aquí- dijo el joven mago y antes de que diera vuelta alguien lo tomó del cuello y lo alzó
-Dije que se quedaran aquí- las palabras de Gray salieron con furia y sequedad, Igneel suspiro sabía que iba a suceder, siempre sucedía y Silver no podía hacer nada por detenerse en hacerlo. Las manos del mago empezaron a moverse desesperadamente y su mirada se perdía en varios puntos
-Silver-anii vámonos- dijo el joven pero Silver tenía su mente perdida y desubicada al final sólo dejó ir sus labios y subió sus manos a los brazos del que sería su padre
-Ya entendimos estaremos sentados ahí- dijo mientras señalaba una esquina el Fulbaster lo soltó y se alejó de ellos Silver de sentó en el suelo y puso su cara entre sus rodillas dejando que el silencio lo llevara a uno de sus recuerdos cuando el ya había cumplido 13 años
El gremio estaba ruidoso como de costumbre las batallas eran en parejas y debes en cuando eran todos contra todos, en un lado en especial estaban peleando un Silver contra un pequeño Igneel de tan sólo 10 años ambos tenían una batalla pareja pero fue hasta que Igneel se canso que iba a lanzar una arte asesina
-Hey pequeño dragón tranquilo, vamos a una misión- dijo Natsu agarrando a su hijo para evitar alguna locura ya habían pasado 3 meses desde su cumpleaños y el pequeño niño llevaba la bufanda de su padre
-Pero papá Silver-anii fue el que empezó- Natsu simplemente soltó un pequeño gruñido aún no le gustaba la idea de que Igneel viera a Silver como el hermano que jamás tuvo
-Bien pero vamos de misión ¿de acuerdo?- el niño se subió a los hombros de su papá con un salto cosa que provocó una risa en el Dragneel
-Adiós Silver-anii, vámonos
To-chan- Natsu volvió a sonreír y juntos salieron. Silver por su parte sólo pudo soltar un bufido cosa que un mago de hielo se dio cuenta
-¿Que sucede Silver?- el niño volteo a ver a su padre y sonrió
-Nada sólo estoy aburrido-
-Ya veo vamos de misión en todo caso- el niño se iba a negar pero simplemente no pudo el niño por alguna razón jamás podía negarle algo a su padre cosa que sorprendió a varios pero no a Juvia quien pensó que el muchacho hacia aquello porque se sentía culpable de que un día su padre casi se muere en una misión porque Silver desobedecio y fue sólo.
Eso era todo de su recuerdo y a pesar de que el ahora no era su padre aún así se sentía mal, no quería recordar la misión pues se sentía mal consigo si lo hacía, ese día fue el primero en donde experimentó un miedo real el miedo de perder a alguien valioso para el. Las horas pasaron en silencio, silencio que fue interrumpido por el canto de lira trayendo así un recuerdo a Layla, recuerdo que hizo que se fuera a sentar a lado de Lucy
Era de día y faltaban meses para su cumpleaños, exactamente 5 meses eso le desespero pero sólo sonrió al oír la voz de su madre llamarla
-¿Que sucede mamá?-
-Oigamos a Lira cantar- Layla sólo sonrió y asintió, era hora de oír el canto de aquel espíritu Layla siempre se había sentido cómoda con su madre, Igneel se sentía cómodo con su papá y Nashi estaba feliz con cualquiera de las dos. Layla siempre tenía miedo de perder a alguien por eso siempre estaba a lado de su mamá y cuando no podía estaba a lado de Nashi para así no perder a nadie.
Lágrimas cayeron del rostro de Layla humedeciendo la palma de la mano de Lucy
-Layla, Gray ¿están llorando? Lo siento, Lira canta algo más alegre-
-¡Eso me hubieras dicho desde el inicio!- Layla sólo se limpió el rostro y alzó la vista a Lucy
Oka-san te prometo que salvaremos a todos pensó para después sonreír

Multimedia Igneel 10 años