Capitulo 2

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Al día siguiente las clases habían estado muy aburridas, estaba ansioso porque en la noche habría una carrera donde se movería mucho dinero, Luis siempre me acompañaba.

Pase por él a las 12:00AM, nos dirigimos hacia el lugar donde se realizaba las carreras, era una avenida donde a esa hora no transitaban muchos autos, pero para prevenir los organizadores se encargaban de taponar cualquier paso eran dos avenidas totalmente rectas que finalizaban en una glorieta.

Nuestro mayor contrincante es Nacho, es un enfermo por las carreras, no le gusta perder-Hoy será mi noche, Dani, deberías sacar tu puto trasero de aquí, no querrás perderlo todo. Como siempre presumiéndolo él.

-ya veremos. Dije confiado. Él se retiró lentamente, con dirección hacia su motocicleta. Sentí una mano en mi hombro- será mejor que subas a la tuya, ya es hora, dijo Luis.

Cuando subí y prendí mi moto, me dirigí hacia la línea de partida, mis contrincantes estaban alineados y de reojo vi a nacho, en la punta de la línea de salida, al lado izquierdo había una chica con una bandera roja, al otro extremo estaba William, con un megáfono, animando a los asistentes, y anunciando lo que sería nuestra travesía durante la carrera, llego el momento de la partida, hizo una cuenta regresiva y sonó el pitazo.

En ese momento accione el primer cambio y acelere todo lo que pude, por la fuerza mi moto se elevó sobre la llanta trasera, cuando ya la llanta delantera toco el suelo apreté de nuevo el acelerador, al cabo de unos segundos, pude adelantar a mis contrincantes, pero nacho se aproximaba por mi lado derecho, nos miramos, cuando repentinamente me lanzo una patada, golpeando el tanque de mi moto, perdí el control y fue inevitable caer, fue aterrador, por la fuerza fui lanzado a unos metros junto con mi moto, sentí como mi piel ardía mientras me arrastraba por el pavimento, quede en shock por el accidente, unas cuantas personas se acercaron a ayudarme, Luis me levanto y observo mis raspones, en los brazos y el torso. - ¿Estas bien?, te ves desastroso. Es un milagro, casi mueres. Note su cara de preocupación. - ¿Estoy bien, Luis? dije mientras intentaba mantenerme estable. Sentí como si me hubiese pasado un camión por encima.

Rápidamente nos dirigimos hacia la multitud y Nacho arribaba hacia su llegada triunfal.

Cuando Nacho bajo de su moto, siendo ovacionado por una parte de los asistentes a la carrera. Luis se abalanzo hacia él y lo empujo fuertemente. - ¡Hijo de puta, pudiste haberlo matado! -tienes que mandar a tu perro, para que te defienda Dani, grito él volteando hacia mí, me decepcionas. Luis le lanzo un puñetazo aprovechando su distracción, inmediatamente camine hacia donde estaba el circulo de gente que los rodeaba, a pesar de los raspones y el dolor de mis extremidades, sentía como mis músculos se tensaban, y como la ira empezó a apoderarse de mí. Cuando me acerque más al círculo de espectadores, con mis brazos mal heridos aparte a los que se cruzaban en mi camino, hasta llegar donde estaban Luis y Nacho punto de empezar una pelea, tome a Nacho por el hombro y giro rápidamente hacia mí, -no es mi perro, es mi mejor amigo, mi hermano. Se alzó de hombros, y acerco su rostro al mío, cuando soltó una carcajada, -pero que es tanta cursilería ¿les compro su anillo de matrimonio? Dijo él a manera de insulto, no le eh dando importancia a lo que me hiciste durante la carrera, pero no paras. –seguía riéndose, pero esta vez ligeramente, se dio vuelta dando unos pasos hacia Luis. –Y ..., ¿Qué me vas a hacer?, repentinamente giro de nuevo hacia mí y me lanza un puñetazo, colocándolo en mi mejilla izquierda, sentí el dolor instantáneo y un sabor metálico en mi boca, que correspondía a la sangre que corría por mi mentón e inmediatamente me incorpore y escupí lo que quedaba en mi boca, esto pinta a lo que parecería una pelea iniciada por Nacho, creo que era lo que quería. Volvió a lanzarme otro puñetazo, pero esta vez estaba más atento y lo evadí al mismo tiempo que cerraba mi puño y le lanzaba un puñetazo a la nariz, sentí como se quebraba bajo mis nudillos, cayó al suelo y su quejido de dolor dejo en silencio, a los que formaban el circulo, a los dos segundos estallarlo los silbidos y se alejaron de a poco. Luis decidió manejar, cuando llegamos al apartamento escuchamos unos pasos, esa mi hermana bajando las escaleras a toda prisa.

-Que les pasa, ¡Estúpidos!, ¿saben qué hora es?, solo la veíamos a ella, la luz del foco de afuera la iluminaba, Luis se acercó a ella. –Calmate, Ana. Tuvimos unos cuantos percances. Lo miro con ojos de furia e inmediatamente se giró hacia mí. –¿Qué haces ahí?, una sombra extensa me cubría por los árboles. Di unos cuantos pasos. Me acerque a ella, y cuando me vio la ira de su rostro desapareció y puso los ojos en blanco. –Pero que carajos te ha pasado, ¡Daniel!, tuvimos unos cuantos percances, ya te dijo Luis. Estoy bien, no te preocupes.

Creo que vivir con mi Hermana, es casi como tener a mi madre cerca, es muy paranoica y la entiendo, siempre vive con la angustia de que me pueda pasar algo, aunque admito que me agrada el hecho de tenerla cerca, quiso venir con nosotros y empezar su nueva vida de universitaria a nuestro lado. Decidimos Rentar un departamento y vivir los tres juntos, pagamos con la mensualidad que nos envían nuestros padres.

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