Ilusiones Del Tiempo.

al rescate.

Al día siguiente, esperaba a Oscar afuera de mi casa. No tardó mucho en llegar, traía consigo una maleta grande que parecía estar a punto de reventar.

-¿cuanto llevas ahí?-

-todo lo necesario-

-¿que cosas?-

-ropa extra, dos linternas, baterías de repuesto, una tienda de campaña, un tres sacos de dormir, comida para una semana, una tostadora, una conexión para la tostadora, una batería de auto para la tostadora...-

-no vamos a acampar,-dije interrumpiendo a Oscar- ni a mudarnos, vamos a buscar a Sofía, y no estaremos en Londres mucho tiempo, solo una noche, después nos vamos a Transilvania-.

Entramos a mi casa y reorganizamos la maleta de Oscar dejándolo solo con una mochila. Algo similar a lo que yo llevaba.

Después de diez horas de viaje, llegamos a... ¿Londres?

Miré a mi alrededor y no reconocía casi nada. Paso de ser un pueblo a una ciudad realmente grande.

-ok, tenemos que encontrar el cementerio-dije .

Saqué mi iPhone 6 y encendí a Siri.

-¿donde esta el cementerio de Londres?-

-ese lugar fue demolido en el año 1932, ahora es un hotel de tres estrellas llamado "El sol de Londres"- respondió ella.

-uuuy... Creo que eso es... Malo- dijo Oscar.

Yo no sabía que hacer. Luego recordé algo.

-se quien nos puede ayudar-

-¿quien?-

Me acordé de una amiga que conocí ahí, que al igual que Oscar y Sofía, sabía mi secreto. Pero en este caso, ella es una bruja, por lo que es inmortal. Hace años que no la veo, pero se que me ayudará.

Llegando a la casa de Jenny, mi amiga, toqué la puerta y ella abrió.

Una mujer algo vieja, chaparra, de ojos grises, cabello blanco con mechones grises, y tenia puesto un vestido negro.

-¡Rallan!- dijo en cuanto me vio.

Me dio un abrazo, luego reaccionó y me soltó.

-¿quien te crees?, desapareces por mas de cien años y luego apareces de repente- reclamó Jenny.

-lo ciento, se suponía que pague el viaje de regreso- mentí- pero el barco naufragó y no pude regresar-.

- y, ¿quien es el?- pregunto señalando a Oscar.

-es Oscar,- respondí-

-mucho gusto, ¿quieren entrar?-

Entramos a la choza, todo estaba muy ordenado, los libros de hechizos se mezclaban con los de medicina en el estante, el caldero había sido cambiado por todo un material de laboratorio, pero aun conservaba las cabezas encogidas de los vampiros que la amenazaban con la muerte.

-oye, te ves diferente a como te recordaba- dije mientras recorría la choza.

-no todos nos mantenemos jóvenes con la inmortalidad- comenzó a decir Jenny- pero ahorita me arreglo-.

Tomó de su repisa un pequeño frasco con un líquido de color verde, le quito el corcho y lo bebió. Inmediatamente comenzó a rejuvenecer hasta que se veía igual a como la recordaba.

Una chica de piel clara, cabello castaño, ojos morados y cara redonda.

-ok, necesito que nos ayudes con algo- dije.

-osea, ¿desapareces por mas de 100 años y cuando apareces es solo para pedirme algo?- respondió ella.

-si- dije apenado.

-necesitamos que nos ayudes a llegar a Transilvania- dijo Oscar desesperado.

-ok, vengan conmigo-

Nos llevó a un estante donde tenía guardadas muchas cosas. Entre ellas, una pluma de quetzal, larga y de un color verde y azul.

-toma esto- dijo Jenny entregándome la pluma- te llevara al lugar al que quieres ir, pero ten cuidado, solo funciona una vez-.

-¿y funcionara para los dos?-

-si, transportará al que porte la pluma y todo lo que este toca-

Oscar y yo tomamos nuestras cosas y nos tomamos de la mano.

-¿como funciona?-

-solo digan a donde quieren ir- comenzó a explicar- deben ser muy específico.

-¡Museo del conde en Transilvania, Rumania!- dijimos los dos en coro.

-mucha suerte- dijo Jenny en cuanto nos fuimos...