Ilusiones Del Tiempo.

habla Sofía (#)

La guerra de criaturas comenzó hace tres días, los bomberos recorrían la ciudad con la sirena encendida, gritando que busquemos refugio.

Eran apenas las 6:35 de la mañana, me asome a para ventana y toda la gente corría hacia el centro de la ciudad.

Tomé mi teléfono y llamé a Oscar.

-por favor, contesta- dije desesperada.

-...-

-contesta, contesta-

-hola- su voz se escuchó algo agitada.

-ah, estas bien, que gusto, ah... ¿Donde estas?-

Alguien toca la puerta de mi casa. Inmediatamente voy a abrir.

-en tu puerta- dice él bromeando.

Me toma del brazo y salimos a la calle, corriendo, miré detrás de mi. A lo lejos pude ver cientos de miles de criaturas que en su propio combate, destruían todo a su paso.

-¡¿DONDE ESTÁ RALLAN?!- gritó Oscar.

-¡NO LO SE, SE FUE HACE UNOS DÍAS Y NO HA REGRESADO!-

Me jaló hacia un callejón, el mismo callejón donde conocí a Thadeuus.

-¿a donde fue?- me preguntó.

-se fue a un lago en las orillas de la ciudad

-¿el de la supuesta criatura que ahoga a las personas?-

-siii... ¡NOO! TENEMOS QUE IR POR EL-

Salimos del callejón, las miles de criaturas que habían en las calles era realmente sorprendente, todo tipo de criaturas, incluso algunas realmente extrañas.

Corríamos a través de ellas, evitando disparos de ácido, fuego, bolas de pelo, espinas y enormes mazos de madera.

Una de todas las criaturas que vi, me llamó la atención, una especie de hombre gato, no era tan marcada su apariencia de gato, solo una cola de felino naranja con rayas, algunos pelos del mismo color en los brazos, garras en los dedos, bigotes de felino en las mejillas, pequeños colmillos, orejas de gato y ojos verdes rasgados.

Al pasar junto a el, dio un ligero rasguño a mi brazo por accidente, mientras se defendía de una gárgola.

-¡AAH!- grité.

El hombre gato se volvió hacia mí, dio un ultimo pequeño ataque a la gárgola, y se acercó a mi.

-¿estas bien?- me preguntó mientras me levantaba y me llevaba a un lugar seguro.

Oscar nos siguió.

-si, estoy bien- respondí.

-ah, lo siento mucho- comenzó a decir- ¿puedo ver el rasguño?-

-si- levanté mi brazo para que él lo viera.

Las garras de sus manos desaparecieron, miro su rostro, me parece muy conocido.

-¿Rallan?-

-¿como sabes mi nombre?-

Confirmado, él es Rallan, pero, ¿como llegó a ese estado?

-no te asustes- me dijo después de mirar mi herida.

-¿por que?-

-me temo que te vas a convertir en uno de los mios-

Cada vez estoy mas confundida, la verdad no me importó mucho el hecho de que me convirtiera en una mujer gato, mientras no me fuera a morir, todo esta bien.