Mil y una

12 0 0
                                    

Puedo escribirte los versos más tristes esta mañana, sin embargo hoy no será el día...

Te he dedicado mil y un poemas, te he culpado de cada uno de mis miedos, he intentado olvidarte en cada piel que toco y al final solo puedo darme cuenta de dos cosas muy importantes.
La primera en que soy un cobarde.
La segunda es que no puedo olvidarte...

Hoy te escribo desde mi soledad, en el mismo café en donde tuve mi última conquista después de ti, en donde me atreví a ser yo de nuevo, hoy me acompaña el amargo y dulce sabor de un moka y el humo de un cigarrillo que me ayuda a quemar tu recuerdo. Veo a las parejas felices tomadas de la mano, sonriendo, retando a la tristeza y solo puedo pensar "esos pudimos ser nosotros" pero hoy no es el día... Tal vez mañana, pero hoy no.

Pase noches preguntando por ti al viento y a la lluvia, hablándole de ti a aquella naturaleza muerta, pensando en tus caireles rojizos, pensando en nuestras adversidades, en lo que me enseñaste, en que no se ocupa tener a alguien cerca para aprender a querer, a respetar, aprender a amar, hoy tengo una sonrisa por ti sabiendo que tal vez no estarás conmigo...

Hoy soy positivo, hoy reanudó mis proyectos y no totalmente por mi, si no por la esperanza de poder encontrarte en el camino sin importar lo que pase...

Te agradezco por estos años maravillosos, por enseñarme tanto y a la vez recordarme que no soy perfecto, este pequeño escrito no es para decirte adiós, si no hasta pronto...

Crónicas de insomnioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora