Pausa

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Es hora de hacer una tregua conmigo mismo, no he dormido en toda la semana, no he tenido tiempo para mí, a estas alturas hay más café que vida en mi cuerpo, vivo entre canciones, libretas y una pantalla de una laptop, vivo de recuerdos y eso es lo que me mantiene cuerdo, el humo pone mis ansias neutrales, la muerte de algún conocido me hace recordar el sentido de la vida, el recuerdo de la vez que me enamore me hace desear tener alguien en mi vida, y el frío de invierno me hace recordar que hace 8 años que mis inviernos no valen la pena, podría quedarme en ese primer año de secundaria de por vida y sería feliz, podría quedarme en ese primer año de bachillerato de por vida y sería feliz, podría quedarme mirando hacia atrás, pero me doy cuenta que solo me hace falta dormir, me hace falta estar con alguien, me hace falta salir y volver a perder la noche entre cervezas, amigos y alguna chica que acabo de conocer, que vacío me he vuelto, me he vuelto exigente conmigo mismo y todo por conseguir dinero, me he vuelto ambicioso y no sólo en un aspecto de mi vida, si no en todos, no puedo dejar nada al aire, tengo que analizar cada acción y ver las distintas variables que podría tener, problemas y soluciones, me he vuelto un estratega y un gran hijo de puta interesado, me he llegado a odiar por momentos y por otros momentos me siento la mejor persona del mundo, me encuentro tan irreal que no sé qué es lo que escribo, que no sé a quién extrañar, que no sé por qué estar triste, no sé por qué luchar, solo camino hacia la meta y ya.

Crónicas de insomnioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora