AD FINEM VOL. 1

CAPITULO 1

El papa de Francia la llevo en su auto al internado en León. Un lugar alejado de la ciudad y de todo contacto de la tecnología. "Internado del Ángel" era el cartel viejo y lleno de sarro que sobre el portón colgaba. Dicho lugar era un sitio privado que tenía ya cuatro años y medio de labores a la comunidad que podía pagar sus tarifas.

Para ser un lugar privado sus alrededores no era precisamente los más adecuados, las instalaciones parecían estar muy descuidadas y el fondo de árboles era muy poco llamativo a la vista.

Justo frente a la entrada del lugar el auto se detuvo en seco. El cansado conductor no daba su vista al pasajero. "solo espero que los próximos seis meses te sean de mucha utilidad y superes lo ocurrido. No es mi intención dejarte aquí sola pero es lo mejor que puedo hacer!". Sobre el parabrisas del auto la brisa de las nubes empezó a caer enjugando la tristeza de los ojos de Francia.

"Francia si no me vas a decir nada sal del auto ya!" la joven soltó el cinturón de seguridad y sin volverlo a ver salió del auto sacando con ella un bolso nada más.

De las puertas rojas del instituto una mujer salió a recibirla. El porte de la mujer que salió a recibirla era encantador. Su altura era casi de un metro setenta, su piel blanca era reluciente y sus ojos azules hacían juego con el oscuro cabello que elegantemente se enrollaba en su cabeza.

"Francia! Gusto en verte! Te estábamos esperando!" fueron las palabras que salieron de sus rojos labios. "mi llamo Eva" le dijo estrechando rápidamente su mano para luego correr a ver al padre de la joven.

Francia en ningún momento dudo en mostrar el descontento de conocerla, la joven mantuvo una expresión de desprecio en su rostro la cual era identificada por el torcer de su labio y lo alto de su ceja derecha.

"por favor venga conmigo solo para finiquitar un papeleo importante!" . Un hombre recio y alto salió del lugar tras ella y llevo a Francia a su nueva recamara. Al entrar por las puertas rojas no había sala ni recibidor, de entrada había una estatua de un niño sentado sobre un pedestal jugando con una roca el cual tenía unas enormes alas de ángel en su espalda.

Detrás de la estatua habían tres escaleras. La del lado izquierdo subía al ala izquierda del instituto donde estaban las habitaciones y la del lado derecho daba al ala derecha donde estaban los salones de atención y recreación junto con las oficinas, mientras que la escalera de en medio bajaba a la oficina de la titular del instituto Eva Dalecio.

Francia no se sentía tan incómoda por el lugar ya que estaba más soportable de lo que esperaba. Dicho lugar parecía más una institución mental que un lugar de recuperación juvenil. Las paredes desnudas eran divididas en dos colores, crema y terracota. Por más inusual que pareciera el piso tenía ladrillos rojos que brillaban con la luz del sol. "Creo que terminare odiando este lugar!" pensó al ver como una enorme ventana al final del pasillo iluminaba todo el lugar.

El cuarto de la joven tenía dos camas, dos roperos, dos escritorios, dos baúles (para guardar pertenencias) y un cuarto de baño. "porque hay dos camas?!" pregunto Francia con preocupación. "Por qué vas a compartir la habitación con alguien más!" "yo no quiero compartir lugar con nadie!" reclamo. "Pues te vas a aguantar porque no estás aquí para pedir gustos! Maldita loca!" "como me dijiste?!" el grueso hombre se inclinó hacia ella para repetirle en su cara "Loca!".

Francia ahora llena de odio remetió contra el hombre propinándole una fuerte cachetada la cual sonó más de lo que causo en impacto. El indoloro hombre fijo su mirada en la de la joven llenándola al instante de mucha impresión.

"Marlon! Te puedes retirar!" se escuchó una voz acompañada de cuatro palmadas. El enfermero salió de la habitación dejando a Francia sola con Eva. Al cerrar la puerta Eva se acercó a la ventana del cuarto y cerro las cortinas. "Discúlpalo por favor ya he hablado con él acerca de ese carácter tan horrible que tiene y aun así no lo cambia! Si continua insultando a los jóvenes tendré que despedirlo!".