El grito de ayuda que Francia lanzo a los cuatro vientos saco a todos de sus cálidas camas, la mayoría de las señoritas del pasillo corrieron a abrir las puertas de sus cuartos y salir en busca del grito. Los cuidadores habían prendido todas las luces del instituto para poder ver que estaba ocurriendo.
Al llegar al cuarto de Francia constataron que no había nada fuera de lo común, la joven fue tomada por Marlon el cual confundido la tomo entre sus brazos y la llevo a la oficina de Eva mientras que los demás guardas verificaban que no hubiera nada inusual en la habitación y a la vez calmaban la conmoción en la multitud.
En la oficina de Eva, Francia fue sentada en uno de los sillones y fue ofrecida con un vaso de agua para que controlara sus nervios. "Había alguien en mi cama! Lo sentí cuando se acostó a mi lado! Yo sentía como respiraba!" les decía agitada.
"Como que había alguien? Un hombre?!" pregunto Eva
"Como sabes que era un hombre? Te toco? Sentiste algún roce? Algún liquido ser derramado? Te duele algo?!" eran las preguntas que el doctor Silverman hacía.
"No me duele nada! No me toco! Lidia lo vio subirse!" "no puede ser que Lidia haya estado despierta ella toma un calmante para sus ansias al dormir!" recalcaba el doctor. "Si yo sé! A propósito ese calmante no le hace bien a Lidia, la vuelve sonámbula! Habla, camina, es tan creepy cuando esta así! Y lo peor es que se ríe mucho!" "Francia, sé que Lidia no es el tema a discutir aquí pero sin esa medicina pueden pasar horas y Lidia no sería capaz de dormir. Su historial médico cuenta que antes dormía solo media hora durante la noche!"
Francia puso el vaso de agua sobre la mesa y un poco más relajada intento explicarles que había alguien con ellas en la habitación, la joven no se sentía segura temía estar sola en ese cuarto. "había una mujer! Gigante en la ventana, me estaba viendo. No es la primera vez que la veo!". Soltó la joven sin darse cuenta.
Eva y el doctor se volvieron a ver preocupados al escuchar el último relato, Marlon que aún estaba en la habitación dio una exhalación de preocupación a la vez que ambos se percataron que él también había escuchado la frase de la mujer gigante.
Marlon llevo a Francia de regreso a su habitación y antes de irse le dio una leve sonrisa como diciendo "todo estará bien". Francia se acostó en su cama nuevamente, Eva le había prometido que esa noche las luces del instituto permanecerían prendidas por ella, mas no había más luz que consolara la preocupación y temor de la joven, las cortinas de las ventanas permanecieron cerradas pero el temor de pensar que la figura de esa mujer aún estaba en la ventana esperando por ella la llenaba de mucho miedo.
Al día siguiente Lidia despertó a Francia suavemente moviéndole el hombro. Al verla ya lista y arreglada para el día, Francia se suspendió de la cama mientras que la terrible escena de la noche anterior volvía a ella.
"Como dormiste Francia?!" pregunto alegre. "Mal! (le grito molesta) ayer me pegaste el susto de mi vida! Me dijiste que había alguien atrás de mí!" "y había alguien?" (Pregunto curiosa). "Si! (grito) acaso no me escuchaste gritar anoche?!" "Anoche no! Pero hoy si!" (Decía aclarando su oído). "medio mundo me escucho gritar solo vos no!" "ya te dije el calmante que me dan me cae pesado!".
Lidia camino a su baúl y se metió en él. Francia intento relajar sus nervios y hablar con calma ya que comprendía que gritando no era una buena manera de sacarle información a Lidia.
La joven lidia era una niña que si le gritabas muy fuerte se resentía con facilidad. "Lidia, Lidia! (decía tocando la tapa del baúl) perdón por gritar. Sé que no es tu culpa, pero ayer me dio mucho miedo. Yo me desperté pensando que eras vos la que se había bajado de la cama y te iba a ofrecer que volvieras a dormir conmigo pero pues paso lo que paso."
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AD FINEM VOL. 1
Mystery / ThrillerFrancia, una jovencita de 15 años recien cumplidos, es testigo de como su vida es consumida en un abrir y cerrar de ojos a raiz de la muerte del ser mas importante en su vida. La joven se ve envuelta en situaciones que jamas pensó vivir, momentos q...