CAPITULO 3

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A la mañana siguiente Francia se retorcía de pereza en la cama al sentir los rayos de sol en su rostro. Lentamente la joven fue abriendo sus ojos y la primera impresión que se llevó en su día fue tener el rostro de Lidia viéndola fijamente.

Francia se suspendió automáticamente de la cama al ver a la sonriente compañera verla dormir. "Dormiste conmigo! Pillina! Tuviste miedo en la noche verdad! Por eso fue que te pasaste a dormir conmigo verdad! A poco no soy un ángel para dormir! No te sientes más unida a mi ahora!" le decía la joven entre sonrisas emocionadas.

"Qué? Qué? No!" le gritaba confundida y apenada. "Ayer cuando vine estabas parada frente la ventana! Vos! Sos muy creepy (horripilante) cuando estas bajo los efectos de la pastilla que te dan!" le gritaba desesperada. "y yo porque? Que te hice?!" "te pones a hablar! Y ayer estabas frente a la ventana! Y había algo! Había algo en la ventana! Fue horrible!" le decía mientras tapa y destapaba su rostro al recordar el horror que sintió. "había algo en la ventana? Ósea que estaba en la ventana? Logro entrar?!" "no! Estaba a la distancia!" "y yo que estaba haciendo?!" (Pregunto confundida). "Estabas de sonámbula! No me estas escuchando!".

Lidia se bajó de la cama de un brinco y saliendo de la habitación le empezó a recordar. "Pues yo no me acuerdo de nada! Pero si te recomiendo que te vayas a bañar porque las actividades empiezan a las ocho! Y si no estás lista Marlon te va a sacar a patadas de aquí! Así que báñate y baja a desayunar!".

Francia no podía creer que Lidia se tomara la vida tan relajada cuando la noche anterior habían pasado el susto del siglo. Lo que no sabía Francia era que los encuentros de ultratumba estaban a punto de empezar y no estaba preparada para lo que estaba por venir.

Para pasar al otro recinto Francia debía bajar sus escaleras y pasar por tan extraña estatua del niño con alas que tanto le inquietaba. El salón comedor quedaba en el ala derecha, al subir las escaleras había tres puertas una de ellas decía "salón comedor" al entrar por ahí Francia descubrió que no era la única con problemas. La institución donde su padre la había llevado era mixta por lo tanto había en ella como treinta jóvenes y adolescentes entre trece a veinte años.

Todos y cada uno de ellos vestían de blanco, algunas señoritas usaban una falda-chor otros adolescentes en vez de camisa usaban camisola y cada uno de ellos usaba una pulsera de diferente color. La sala estaba llena también de instructores y cuidadores fuertes como Marlon.

Francia fue guiada a tomar su desayuno. Con bandeja en mano la joven caminaba un tanto perdida buscando a su compañera de cuarto. "Hey! Cara de banana!" escucho a lo lejos "Veni! Aquí estoy!" le gritaba desde lo lejos moviendo su mano de una lado a otro.

Al llegar a la meza Francia una vez más actuó incomoda al verse sentada con otros tres adolescentes que no conocía ni tenía intención de conocer. "chicos y chicas y todos los niños del mundo! Les presento a mi compañera de cuarto! Su nombre es Paris! Digo Francia! Pero yo de cariño le digo cara de banana!" decía con emoción. "no me digas así!" le reclamo entre dientes mientras que Lidia se recostaba a su hombro en señal de aprecio.

Las otras tres personas de la meza no se veían más cómodas que ella cada uno tenía una expresión retorica en sus rostros. "Francia permíteme los presento! A nuestra derecha podes ver a Michael. Él tiene 16 años, es de Matagalpa y a como podes ver es una guapura! En medio tenemos a Ana ella tiene 18 años, es de Managua! Y por ultima pero no menos tenemos a Carla!".

Francia la volvió a ver un poco confundida al escuchar la última presentación ya que frente a ella tenía a dos varones y una mujer. "Lo que pasa que Carlos se siente atraído por los hombres!". Le dijo al oído en voz alta y de manera coqueta sin dejar de ver al joven.

AD FINEM VOL. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora