Encerrada En Mi Escuela...

Capítulo 8

*Narra Martín*

Este juego es muy facil, no entiendo que puede pasar, a mi no me puede hacer nada esa tipa.

Ahora estoy caminando hacia los baños de la planta alta.
Me encuentro caminando por el pasillo de las aulas.

Estoy frente los baños, me resultó raro no haber escuchado nada.

¿Por cuál baño voy?

El de chica..

El de chico..

El de chica..

El de chico..

El de puta...estem...no.

Decidí por ir al de chica, me gustaría saber como es...
Fuí caminando lentamente a la puerta.
Ya tenia la perilla en manos.
Tiré para abrirla, pero la hermosa puerta no abría.
Tiré más fuerte, y adivinen, se rompió, ¡Bravo!, lo que faltaba.

Genio

GEnio

GENio

GENIo

GENIO...

Tiro la perilla muy lejos.

En el hoyo que quedó, pongo mi dedo, y ahí tiró para tratar de abrirla. Pero no hay caso.
Intento tirando otra vez, sabiendo que no se puede.
Cuando estaba a punto de sacar mi dedo, se me resulta imposible. Lo dejé en una posición que me impide sacarlo. GENIO x2.
Tiro y tiro, pero no puedo sacarlo.
Sin darme cuenta, la puerta se sale, callendo sobre mí.
Y lo peor es que.. ¡mi dedo sigue atascado!
Hago fuerza para sacar la puerta de mí y lo consigo. Ahora la apoyo en la pared. Camino, olvidando que mi dedo esta atascado. Me suena un hueso. Y siento como el dedo se me rompe.

---¡¡¡Ahh!!! ¡¡¡PUTA MADRE!!!

Escucho un ruido. Y sin pensarlo dos veces, me doy cuenta que el ruido es de una de las cadenas de uno de los inodoros.

---¿Q-quien hiso caca?---le pregunto a... ¿algo? Pero no tengo respuesta.

Veo salir de uno de los inodoros sangre.
Y puedo ver pisadas de sangre que se dirigen hacia mi.

---¿A-a quién le llegó la regla?

Volteo a ver a mi izquierda, y veo a una mujer con su cara horrible sonriendome. Tiene vestido de bodas, pero en horrible estado, todo rasguñado y manchado con sangre.

---¿Necesitas ayuda?---dijo la mujer con voz gastada.

---No, yo puedo solo, y si necesitaría, la tuya no...

---Ja ja, ingenuo, con vos me voy a divertir mucho..

---¿E-en qué sentido?

---Jijijiji

Me agarró del brazo llevándome para su lado.
No podía ir con ella, por mi dedo atascado.
Estiraba más y más. Mi dolor aumentaba de a poco.
Podía sentir mi dedo separarse de mí.
Aliviado, miré, pero aún lo seguía teniendo conmigo.
No se porque quiero que salga, ¿tal vez porque ahora me duele mucho lo que me hace?

---¡Por favor! Déjame!!

En vez de dejarme, estiró mucho más.
Pude ver, en mi dedo, una línea con sangre.
Esa línea, se iba haciendo más ancha. Y más.
Hasta que ví mi hueso. Eso me dió mucha impresión, que no aguanté mi vómito.
Puse la cabeza baja, y comencé a largar unos charcos de vómito.
La mujer se reía macabramente.
Cuando ya me quedé muy desigratado, dió un último estirón, separando por fín mi dedo de mí.
Yo estaba en el piso, largando un poco de sangre de mi boca.
De tanto vómitar y tal, me dolía mucho la garganta. No podía hablar.
Miré donde estaba la mujer, pero esta desapareció en un párpado.
Me levanté, sin fuerzas, y entré al baño, para buscar la copa que ya me tenía las bolas llenas.
Del dedo, salía una que otra gotita de sangre.
Entré a cada uno de los cuartitos individuales, en donde hay inodoros.
Busqué en el primero. Nada.
El segundo.... nada.
Y así estuve hasta llegar al quinto y último, donde dentro del inodoro, titilaba una luz roja.
Metí mi mano con asco, y estaba la copa.
La saqué. La miré y tenía una mancha marrón.
Por dios!! Era... nada, pensemos en positivo...
Salí del baño, y en el piso había una cartita, justo al lado de mi charco de vómito.
Decía:

Tarea cumplida.
PD: tu vómito estaba rico.

Luego de leer eso, vomité más.

Llegé al lugar donde tenía que ir, y me encontre a ¿Blanca? Jazmin y Leo.

---Me podés decir que te pasó en el dedo?---dijo Jazmin viéndolo con cara de asco.

---Larga historia... ¿me pueden decir por qué está Blanca acá?

---Larga historia...