El Oraculo TERMINADA

Parte 8

Desperte con el olor a comida rozando mi nariz, voltee y la mujer de ojos cafe estaba cocinando. Me puse de pie y ella me dio los buenos dias mientras me ofrecia en un plato la comida que estaba preparando. Ella tambien se sirvio, y mientras yo comia como un animal, ella bendicio su alimento y luego de unos minutos, comenzo a comer. 

-¿Desde cuando sabes que soy hijo de Zeus? -Le dije y segui comiendo-

-Me miro- Bueno.. desde que naci 

-¿De que hablas?

-Desde que naci que llevo el poder de ver lo que va a pasar en el futuro

-¿Haz fallado alguna vez? 

-Jamas. Siempre tuve las visiones correctas, y siempre.. sueño con que algun dia pueda perderlas

-¿Por que?

-Por que por ellas vi la muerte de mis padres cuando tenia 10 años. 

-La mire-

-Ellos murieron en manos del padre del rey, el los descuartizo por que ellos no me dieron en sus brazos para que el rey tuviera todo mi poder a su lado. Mis padres se negaron y los descuartizo. 

-Lamento mucho eso..

-Fue hace años, pude seguir adelante. Me escondi por años en la casa de unos ancianos de mi pueblo y luego conoci a los 12, a las otras tres mujeres que estaban a mi lado. Eramos muy amigas, y a los 17 años, heredaron un poder tan poderoso enviado por los dioses para que me cuidaran. Y es lo que hicieron estos 10 años juntas.

-Comiendo-

-Y luego, cuando naciste, supimos que todo esto iba a terminar

-¿Tu nombre es Oraculo?

-No, -Dijo y miro su comida- Ese nombre lo herede por mi poder, pero.. mi nombre es Gelenha 

Ella me miro fijamente y se quedo unos minutos en silencio. Su silencio congelo mis huesos, no sabia que estaba pasando, su mirada paso de ser tranquila a estar en riesgo total, la tome de los brazos y la sacudi lentamente 

-¿Que pasa, Gelenha? 

-Me miro- Me llamaste.. por.. mi nombre.. -Dijo nerviosa

-¿Que pasa?

-Tenemos que movernos, vienen por nosotros y no estan tan lejos -Se toco el hombro-

-¿Te hieren? 

-Me miro

-Vamonos 

La subi al caballo y nos fuimos cabalgando lo mas rapido que pudimos pero no podiamos ir muy lejos, ya que luego de cabalgar un rato, nos cruzamos con los soldados del rey. Uno de ellos lanzo una flecha y atraveso el hombro de Gelenha, cayo al suelo

-¡No! 

-Vete -Dijo herida en el suelo- 

-Jamas sin ti