A veces pienso en abandonar todo y echarme atrás, decir "Hasta acá llegué, no doy más". No tengo fuerzas para continuar, afrontar todo lo que viene -y sostener todo lo que pasó-. Necesito dejar de pensar y maquinar, porque siempre término en lo mismo, y eso me destruye. Está más que confirmado (para mi) que creamos nuestro propio sufrimiento, que elegimos recordar a personas que nos hicieron mucho mal y lo peor de todo es que los extrañamos. Pero, en realidad, lo que extrañamos son aquellos pocos momentos lindos que tuvimos, y que no supimos valorar del todo. Momentos que hoy en día elegimos guardar en nosotros con todo el amor que se pueda. Y en un flash, cerrar los ojos y tratar de recordar aromas, colores, y pequeños detalles. Nos aferramos a eso e intentamos con nuestra imaginación revivirlos con la mayor claridad posible.
Porque es así, algunos vivimos diciendo " Uh, como me gustaría volver a ese día que.." queremos sentir esa plenitud nuevamente. Reír, reír con locura, sentir mucho más cada acción, revivir una felicidad que creemos pérdida. Y de repente, ahí decimos "No, yo no puedo bajar los brazos ahora, soy fuerte y no merezco estar así" porque si fuimos felices alguna vez, con tan poco.. Podemos lograrlo nuevamente con un poquito más de esfuerzo.Cuando todo sale mal, sólo hay que sonreír.