Narra Rosy
Me preocupé mucho al ver que era golpeado, aunque él también lo hacía y era fuerte, no podía evitar querer cuidarlo. Volvió a atacar pero fue inmovilizado por Sirio. Gruñían mientras forcejeaban, y cuando entramos, quizá eso les distrajo por unos segundos, ya que bastaron para que Ácrux le diera un codazo a Sirio y se librara.
Max se acercó a hablarle a Marien y quedé quieta y nerviosa cuando vi a mi "ojos mieles" venir a mí.
—Buenas tardes. —Quedó a la expectativa a ver qué hacía.
Quise tratar de lucir normal, aunque con los buenos sentidos que tenían, se decía que podían escuchar incluso nuestros latidos si estábamos muy cerca y oler la adrenalina.
—Hola. Lo venciste —comenté.
—Ah —pareció dudar un segundo—, sí. —Se cruzó de brazos con orgullo—. Sí, lo vencí.
Sonreí. Rebuscó algo en su bolsillo y me sorprendí al ver que era un dulce de fresa. Mi sonrisa se ensanchó cuando me lo dio.
—Gracias. —Me había ruborizado.
—Dije que olías a fresas, esto me recordó a ti.
Solté una muy corta y medio boba risa. Ese shampoo que tanto detestaba había resultado trayéndome buena suerte.
—Bueno, escuché por ahí que han ido a atacar a otra instalación.
—Así es —respondió satisfecho—. No saben qué los golpeó.
—¿Encontraste algo de utilidad? Ya sabes, sobre tu pasado.
—No sé, más tarde reviso lo que guardé... ¿Por qué no viniste ayer?
Esa pregunta inesperada me sorprendió.
—Eh... Bueno, como mi amiga salió a otro lado, pensé que no tenía motivo para venir. —Sentí algo de vergüenza porque no tuve el valor de venir a verlo sola, esa no era la Rosy que siempre había sido—. Quizá estorbaba o incomodaba... no sé...
Juntó las cejas con algo de preocupación.
—¿Estorbar? No, eso no —aseguró con suave voz.
Mi corazón se aceleró. Max los llamó para que continuaran con lo que tenían que hacer y se fue luego de ofrecerme una última mirada.
De rato en rato volteaba a verme y mi estómago hormigueaba. Se le veía mucho más atractivo cuando estaba buscándome con esos bonitos ojos.
***
Cuando acabaron vi que Marien ya estaba por irse. Le sonreí a Ácrux a pesar del leve nerviosismo y por primera vez también me correspondió, sonriendo a labios cerrados, haciéndome feliz. Había un cambio, ya que incluso me había saludado desde lejos cuando llegué.
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Ojos de gato Acrux
Science FictionÉl fue usado como un arma, ella le va a enseñar que hay más que solo dolor en la vida. Rosy lidia con su vida y con los evolucionados, nueva y letal especie. Sin embargo, recibe a uno herido, el cual solo transmite vacío, odio y profunda tristeza co...