Si no tuviera una cadena que limitara sus movimientos, podría alcanzarlo todo. Podría cogerle de la mano y recorrer el mundo con él sin que nadie los molestara. Perderse en sus ojos y decirle que le quiere y que no puede pasar un día sin él. Si no tuviera pánico a escuchar su respuesta, sería capaz de gritar a los cuatro vientos que lo ama. De saltar la barrera que los separa, si no tuviera miedo... Pensaría que dos mas dos pueden ser cinco y que los globos también pueden volar y ser libres sin helio, que las gaviotas saben vivir lejos del mar y que las nubes lloran porque no las dejan ver el sol.
Si no tuviera miedo, escribiría en un papel todos sus pensamientos, anotaría cada dictado de sus labios e imaginaría que cada beso es el mejor que le ha dado, dibujaría una línea infinita en su espalda que hiciera que se perdiera en lo mas profundo del horizonte. Si no tuviera tantas ganas de quererle, abandonaría esa idea en un instante. Derrocharía sus lágrimas en trascendentales historias de su día a día. Buscaría un armario del que sacar toda la ropa que nunca se pone. En realidad moriría si ya no le quedaran ganas de verle.
ESTÁS LEYENDO
Esos pequeños momentos en los que se te cae el mundo a los pies
PoetryEstos son pequeños momentos de depresión en los que plasmo todos mis pensamientos en mi bloc de notas.