Me hizo un simple gesto con la cabeza para que siguiera, era tan perfecto desde aquella perspectiva. Lo seguí y después de un rato comprendí que me llevaba a su casa, confieso que estaba nerviosa, tanto misterio ¿Porque no me dice nada sobre lo que va a suceder? A medida que avanzamos noto que empiezo a temblar. Al cabo de un rato llegamos, y no hay nadie en su casa, me guía hasta su habitación, no puedo esperar ni un minuto más y cada vez estoy más nerviosa, creo que el se da cuenta, una pequeña sonrisa aparece en su bello rostro.
Abre la puerta lentamente, me mira y sigue abriéndola muy despacio. Me dice que cierre los ojos y me los tapa con sus manos situándose detrás de mi, no me queda más remedio que cerrarlos, entramos y cierra la puerta. Me empieza a besar lentamente el cuello, me doy la vuelta y miro a los ojos, a esos ojos que tanto me encantan, que tanto me hipnotizan. Nos acostamos lentamente en su cama, todo era perfecto, no importaba nada a nuestro alrededor, el tiempo se había paralizado, solo estábamos él y yo.
A la mañana siguiente me despierto un tanto extrañada, no recordaba donde estaba hasta que lo vi a él sentado en el suelo de la habitación jugando con la play, se da cuenta de que le estoy observando y me pregunta si quiero jugar. Le advierto que se me da fatal y me indica que me siente delante de él apoyando mi espalda en su pecho, le hago caso y me siento. Empieza a explicarme como se utiliza el mando y al ver que sigo sin entenderlo, me coge suavemente de las manos y empezamos a jugar los dos juntos. Y cuando parecía perfectamente perfecto, me despierto de mi profundo sueño...
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Esos pequeños momentos en los que se te cae el mundo a los pies
PoesiaEstos son pequeños momentos de depresión en los que plasmo todos mis pensamientos en mi bloc de notas.