Podría haberse quedado dormido, si no fuera por el tonto sonido del celular. Ni los rayos del sol pudieron despertarlo y es que ¡No habían! el día había amanecido totalmente lleno de nubes, como si quisieran decirle algo.
Por primera vez en casi un mes, se duchó tranquilo y pasivo. Se vistió con sus pantalones, una polera que lanzaba un garabato no tan lindo, una chaqueta, y sus infaltables zapatillas ¡Cuanto las extrañaba!
Guardó los papeles que le había dado Negro en su mochila, y bajó las escaleras, para ver a su madre. Esta la miró extrañada ¿No debería estar en el trabajo? Era hora de hablar con él.-¿Y tú? ¿Que haces aquí?-su mano venía del jardin con varías flores en la mano-¿no te fuiste a tu trabajo?
-Mamá-abrió el refrigerador y sacó una botella de jugo-no, no fui, y bueno de eso quería hablarte-Su madre siguió mirandolo extrañada ¿Sería capaz de contarle la verdad? no, no podía, Diana podía ser muy permisiva y comprensiva a la vez, pero contarle que se infiltró en un instituto de chicas, la pondría como loca, lo regañaría, hasta incluso podría hacer algo que hace mucho no hacía...podía castigarlo y como él no podía desobedecer a su madre, nunca lo había hecho, estaría como un bueno hijo encerrado en la casa por un tiempo.
-¿Que sucede Julian?-preguntó ella.
-Bueno, ya no estoy trabajando-mintió-renuncié y bueno, estaré por aquí, como siempre-aguantó su nerviosismo, tragando un poco de jugo de naranja.
-¡Oh!-exclamó ella-bueno, me pone muy triste que hayas renunciado, pero a la vez feliz, porque estarás aquí hijo-le sonrió.
-Si mamá, pero ahora debo salir, arreglar unos papales, ya vuelvo ¿sí?-dejó el jugo a un lado de él, y besó la mejilla de su madre.
Era hora de la verdad, pasó a recoger a Chino que lo acompañaría. Guido presentaría los papeles de Maria y él los de Karen. Todo tenía que salir bien, como estaba ideado el plan, a menos que Leah se arriesgara y dijera toda la verdad, pero no eso no podía suceder. Como ahora estaba conociendo a la verdadera Leah, podía darse cuenta que la cobardía la atraparía una vez mas, ella no sería capaz de decir la verdad, porque o si no él también hablaría. Y bueno, a ella no le convenía aquello.
Atrajeron varias miradas en cuanto entraron al instituto, pero ninguno se detuvo si quiera a notar eso. Hablaron con una secretaria para que les comunicara a la directora y así fue.
Luego de inventar una historia, en donde los padres de Maria y Karen eran socios y debían mudarse de ciudad, la directoria pareció creerles, hasta que les preguntó porque no habían ido personalmente los padres a hablar con ella. Ellos también habían inventado que sus padres, ya estaban en la otra ciudad, y ellos eran unos amigos de la familia, pero que traían los papeles y todo.
A la directora no le quedó de otra que aceptar y sacar a Maria Johnson y a Karen Benson para siempre del instituto.-¿Viste su cara de 'Oh dios me quedó sin dinero y sin alumnas'?-bromeó Chino, mientras caminaban hacia la salida.
-Si-rió-fue gracioso-mientras caminaba sintió una mirada fija sobre su espalda, se giró detenidamente.
-¿Que sucede Julian?-preguntó Chino al ver que miraba un punto fijo.
-Es Leah-susurró y volvió a girarse. Leah Collins lo miraba desde una esquina escondida, con los ojos llenos de furia-vamos.
-¡Somos libres!-exclamó Chino.
-Si tonto-Julian encendió el auto y comenzó a conducir-debo decirte, que no sé que mierda hacer ahora.
-¿Rehabilitarte?-Julian frunció el ceño, con la vista fija al frente-¿divertirte?
-Quizá-murmuró.
-Ya sé-lo miró- ¡salir y enamorarte!
-¿Salir y enamorarme, Chino?-preguntó sarcastico-si claro, como no.
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Enamórate. (Adaptada)
Fanfiction¿Crees estar enamorado? ¿Estas seguro Julian? La obsesión de este chico por su novia lo hace cometer locuras, muy grandes. Inseguro de sí mismo, cree que su novia no le corresponde en sentimientos, por lo que comienza a pensar que esta lo engaña. Ll...