23.

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  Esa mañana, se despidió de las chicas temprano, con la excusa de ir a buscar algo a su habitación. No soportaba estar ahí mucho tiempo más. Lo que habían hablado la noche anterior le hizo entender que su amigo no estaba cien por ciento equivocado, Leah no era la persona que él pensaba. Su relación no había estado tan mal, y casi nunca peleaban.
Habían salido el fin de semana anterior a almorzar, a pasear y a una fiesta ¿que había hecho mal?
Supo inmediatamente la respuesta. Nada. El no había hecho nada malo, era Leah la culpable de todo y ya se estaba hartando.

Furia, decepción, molestia, tristeza, angustia, celos, resentimiento, desilución, ilusión, todas esas palabras podían simplificarse en lo que él solía llamar amor con Leah ¡Joder! la quería.
Pero esto no se iba a terminar así. El averiguaría más cosas, averiguaría lo que le escondía, averiguaría su maldito secreto, terminaría con ella y ¡Se largaría de ese lugar!

-¡Podrías fijarte por donde caminas!-le gritó la morena.

-Lo siento eh-murmuró a penas, no estaba de buen humor para alguna pelea-pero no tengo ojos en la espalda.

-Claro que no tonta-se fijó en ella, y un pensamiento no pudo escaparse de la mente...estaba hermosa.

-Yo tampoco, pero te agradecería que te fijaras por donde caminas, hay algunas que tenemos el cuerpo con llagas eh-no entendió lo que quiso dejar, pero tampoco estaba con el animo que pedirle que le explicara.

-Esta bien-se iba a dirigir a abrir la puerta, pero su voz lo interrumpió.

-Supe que te quedaste donde Leah-se detuvo al escuchar su nombre-ten cuidado eh.

-¿Porque?-se giró a verla.

-Te puede llevar por el mal camino-soltó una carcajada y caminó por el pasillo.

Mal camino ¿que significaba eso?

En la habitación estaba Chino, literalmente tirado sobre su cama, con una expresión sombría y de confusión.

-Hey-llamó su atención-¿que te sucede?

-No sé, osea si sé, pero no quiero saberlo ¿entiendes?

-No, no entendí, soy un hombre ¿entiendes?-imitó su tono-básico, primitivo, normal-se encongió de hombros-vé al grano-recogió sus cuadernos mientras se disponía a escucharlo.

-Andas raro-Julian lo miró mal-esta bien, pues me sucede que.... me gusta una chica, de este instituto-Julian no se sorprendio mucho, su amigo Chino seguía en la etapa donde le atraían todas las chicas.

-Pues ¿realmente te gusta?-esta vez fue Chino quien lo miró mal-creeme amigo no sé si hablas enserio, todas las chicas te atraen.

-Pero ella me gusta ¿entiendes?-él suspiró-es tan odiosamente hermosa, que no puedo evitarlo.

-¿Quien es la afortunada del mes?-bromeó Julian.

-Muy gracioso, pero es... Debora-el castaño lo observó fijamente, y soltó una carcajada-¡No bromeo!

-¿Como te va a gustar esa chica? digo es linda pero ¿no la odiabas?

-Eso creía, hasta que me di cuenta de que realmente no era odio lo que sentía, si no algo mucho mas fuerte y lindo-Julian lo miró incredulo, su amigo, el galán de galanes, el que tenía en su lista de conquistas a mas de 30 chicas ¿le gustaba alguien enserio?

-¿Como te diste cuenta?-quiso saber.

-Pues, no me di cuenta hasta que sentí celos-suspiró-la escuché hablar con un chico, le decía cosas lindas, traté de hacerme su amiga, hablandole bien despues, pero me mando al demonio, y me trató todo lo contrario a como trató al chico del celular-giró su cabeza y lo miró-me gusta enserio.

Algo de ternura, si así podría llamarsele, cautivó la mente de Julian, a su amigo le gustaba la pelirroja....eso era en cierta parte terrible.
Observó en la clase de quimica, a su novia conversar animadamente con su mejor amiga, quizás que cosas le pasarían por la mente, quizas que barbaridades . Una pregunta se hizo presente en su mente...¿por que Leah quería terminar con él? Ella había dicho que no lo quería, y que no lo entendería, pero eso no podía ser cierto. Siempre sintió el cariño y el amor que Leah le entregaba cuando estaban juntos, cada te quiero que le decía, lo mencionaba con tanto amor e ilusión, por ello le costaba creer que su novia no quería estar más con él, que su novia ya no lo quería.

-¡Enserio dijo eso!-exclamó Chino, al primer receso-digo osea, pero ¡Dios! sabía que Leah era rara, te dije que debía..-Julian lo interrumpió.

-Ya ya, si entendí, Leah no era la persona que creía y todo eso-habló rápido-ahora necesito saber que esconde-miró hacia los lados, percatandose de que nadie oyera la conversación de dos chicas con voz de hombres-está escondiendome algo, al parecer muy importante y secreto obviamente, averiguaré lo que es, la desenmascaré, terminaré con ella, y no vamos para siempre de aqui ¿entendido?-Chino asintió confundido, mientras veía desaparecer a su amigo por el comedor.

Si Julian descubría rapido a Leah, él tendría que irse y eso significaba dejar a Debora.  

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Sky.

Enamórate. (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora