somebody else; tysh

seven pilots

/Josh/

Me perfumé lo suficiente y salí en dirección al centro comercial. Hoy me levanté pensando en hacerle algún regalo especial a Tyler.

Desperté y vi mi celular; mi fondo de pantalla era una foto de Tyler y yo. Nos veíamos preciosos, debo admitirlo. Era tarde y veníamos saliendo del cine y tomé esa selfie. Ambos andábamos con un polerón negro, y a Tyler no le avisé que sacaría una foto. Aún así se ve perfecto. Bloqueé mi celular para mirar hacia el techo y Tyler se adueñó de mis pensamientos. No pensé que algún día conocería a Tyler en persona. Tampoco que le agradara. Tampoco que nos besaríamos.
Y menos aún que me enamoraría tan rápido.

Sentí la obligación de hacerle un regalo a Tyler, nunca le había hecho uno.

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psicóloga: Josh, estoy más que orgullosa,¡estás progresando más que rápido! Estoy bastante feliz por tí. Bueno, ahora te toca visitar a la psiquiatra en la sala 2C. Hasta luego.

Josh: Muchas gracias.-sonreí.- Hasta luego.-

Salí de allí y me dirigí a la sala de la psiquiatra.

[...]

psiquiatra: ojalá que la próxima vez que te vea no sea porque recaigas en ésto, así que te deseo lo mejor. Las píldoras tómalas hasta que se acabe el envase, luego olvídate de ellas. Te doy por alta pequeño Jish. Hasta luego.

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Mensajeé con Tyler toda la tarde. Ésto me daba cierta ventaja para entregarle el regalo, porque al estar conversando, hace menos sospechoso el hecho que lo invite a salir.

Eran las 8 pm y le texteé:

Josh: hey Tyler, vamos por un helado, yo invito. ✔✔

Tyler: le diré a mi mamá que saldremos a dar una vuelta; somos los únicos idiotas que salen por un helado a esta hora.✔✔

Yo creo que Tyler pensó que íbamos por el helado que comprábamos siempre frente al parque central, pues me miró extrañado por el camino que tomé. Justo en la calle de atrás del parque, estaba una de las heladerías más prestigiosas de Ohio, y fue allí donde ingresamos.

Tyler: hey, qué hacemos aquí, no te dejaré invitarme si es en este lugar.

Josh: si que lo harás, pequeño. Ahora elige la mesa sin regaños.

Tyler: ugh, si no fueras tan adorablemente guapo, saldría corriendo ok.

Josh: uf gracias, pediré helado de banana para tí.

Tyler sólo me miró con cara de odio y luego me enseñó su sonrisa. Maldita sea. Luego se encaminó al segundo piso del lugar. Excelente.

Apenas los helados estaban comprados, subí para esperar al garzón junto a Tyler, quien venía con una sonrisa de oreja a oreja, corriendo como un pequeño hacía mí. Sonreí y lo abracé más fuerte de lo que él ya me abrazaba. Todos nós miraban enternecidos.

Antes de llevar a Ty a la heladería, reservé la mesa y puse una pequeña carta rosa que decía: "no es aniversario de nada, no hace falta una celebración para que me apetezca hacerte un pequeño regalo, bello Tyler. Espero te guste y lo disfrutes. Con amor, el asiático.". Esta carta estaba sobre una caja negra con una cinta rosa en el medio. Todo resultó bien y Tyler se dirigió el segundo piso por su cuenta, así que la sorpresa era más imprevista aún. Tyler me había comentado hace unas semanas que quería comprarse un ukelele negro, así que ADIVINEN QUÉ HABÍA DENTRO DE LA CAJA. Además, mandé a pintarlo en la parte de atrás con el diseño de flores rosas de su kimono. Se veía bastante bien. Tyler con el kimono, y el ukelele, jeje.