El resto del día fue aburrido y normal, aunque por poco y no me dejan entrar al instituto. Llegué corriendo justo antes de que me cerraran la puerta en la cara, y hubiera sido lo peor porque eran una de las últimas semanas de clases y estaba dando los exámenes finales para luego salir de vacaciones.
Mi primer examen era de matemáticas, soy buena para ciencias pero no se me dan las letras, aunque me encante leer soy malísima en sociales, somos como agua y aceite.
Al final del día solo quería llegar a casa y dormir un poco, estaba completamente agotada. Me despedí de algunas compañeras de clase y fui a esperar el autobús; pero sentí unas manos que bloqueaban por completo mi visión, así que me aventuré a adivinar quién era.
-¡Mitch, ya sé que eres tú!- no me sorprendería que fuera él. Mitch era un amigo mio que siempre le gustaba hacer ese tipo de cosas y era conocido como el payaso del curso, pero sentir unos labios que empezaban a susurrarme en el oído de tomó desprevenida.
-¿Ya no te acuerdas de mi, nena?-esa voz que jamás quería volver a escuchar en mi vida, esa grave voz que te hacía perderte en cada letra pronunciada-¿Te dije que nos volveríamos a ver o no, preciosa?
Luego me besó en la oreja, solo eso necesité para poder moverme, me volví rápidamente para ver al que supuestamente se llamaba "Jason"-¿Tú?-estaba molesta con él-¡Idiota por tu culpa casi me quedo fuera del insti en la mañana!-le volví a dar la espalda en el momento justo cuando llegaba el autobús y abría sus puertas, subí y lo vi por la ventana sonriéndome tan despreocupadamente que me enfureció aún más, luego me gritó.
-¡Nos veremos otra vez nena!-Giré los ojos y busqué un asiento, prendí el ipod y mirando las calles de la ciudad por la ventana; me aislé de todo el mundo.
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Así que eras tú
Fiksi RemajaEmpiezas a pensar en todo lo que te ha sucedido en los últimos segundos, esperando poder entender lo que esta sucediendo ante tus ojos y tal vez solo tal vez, pensar que eres un observador en el revoltijo de tu nueva vida.
