Capitulo 4

8 0 0
                                    

Jamás había estado tan asustada en lo que recuerdo de mi vida.

-Estás loco, ¿Piensas que te creeré?

-Sí, creo que eres tú. Tienes una espalda muy sensual-miré a mi alrededor con un ligero cosquilleo en la punta de los dedos-ahora estoy completamente seguro de que eres tú- por fin reaccioné y reí.

-No lo creo- estaba comenzando a asustarme.

-Llevas una pañoleta verde-.

-No, claro que no-forcé una risa completamente falsa e hice un pequeño silencio-tengo un suéter azul, pero ninguna pañoleta -me quité rápidamente la pañoleta y pude escuchar un pequeño quejido al otro lado de la linea.

-Tramposa, te lo quitaste- me empezó a recorrer un escalofrío, realmente me estaba viendo, y tenerlo cerca me ponía nerviosa- ¡Mira eso! Tienes un tatuaje en el cuello, me gustan las rebeldes nena-¡¿Qué?! Me toqué el cuello ¡Ay, por Buda¡- ¿Es un árbol, cierto? Justo... Aquí -un helado dedo que tocaba mi nuca hizo que me detuviera en seco, lentamente giré la cabeza-Hola linda, ¿Me extrañaste? -pasó su brazo alrededor de mi cintura acercándome más a él.

¡Oh no, tú! ¿Es que no me puedo librar de ti? -solté un suspiro de resignación; mas parecido a un bufido, y traté de alejarme pero era en vano, me sujetaba firmemente y recordé- ¡Oye, idiota me debes cincuenta dólares!- soltó un fuerte silbido de sorpresa.

-¿Qué tal si te lo pago con una cerveza, aquí cerca hay una buena licorería- sin duda le faltaba un tornillo... o dos.

-Estas de broma ¿cierto? - le solté rápidamente mientras pasábamos junto a un callejón cerca a la cafetería, se abalanzó sobre mí y me acorraló contra una pared

-Oh bueno, tal vez quieras otro tipo de pago ¿eh?- se me estaba acercando demasiado ¡Ay, no!

-¡No, no... no... no!- tartamudeé- Un café, pagame con un café- dije casi gritándoselo para poder quitarlo de encima.

-Pero eso sería aburrido- lo decía con una voz que de seguro debía sonar "seductora" mientras se acercaba a mi cuello, estaba sonrojada y mi respiración era agitada. -Hablo... hablo en serio- se separó de mi- Bueno, entonces será un café- dijo en un tono de aburrimiento exagerado- tú dices a dónde- giré los ojos y me alejé, pero de inmediato sentí un brazo en mi cintura.

-¿Podrías dejar de abrazarme? Es... incómodo.

-No, no puedo preciosa-rodé los ojos.

Cuando entramos en la cafetería fuimos directo al mostrador, Jason pidió primero, qué caballero-Qué tal, quiero un café negro sin azúcar y para mi novia -se volvió hacia mi-¿Tú qué pedirás, linda?- lo miré, luego intercambiamos miradas con la chica del mostrador, volvimos a mirarlo mientras ambas reíamos- ¿Qué hay, Mog? Tu novio es tan... - no terminó la frase- Hola Kiara. No, ni es mi novio -seguí riendo- ¿Lo de siempre? -me preguntó-Sí, gracias "K" - ella asintió y fuimos a sentarnos a una de las mesas junto a la ventana, cuando lo miré tenía una ceja enarcada y los brazos cruzados sobre el pecho; si trataba de parecer molesto, no lo estaba logrando.

-¿Qué pasa, "novio"? - hice las comillas con los dedos.

-Así que eran cómplices ¿verdad? -preguntó divertido.

-Tú te lo ganaste, no te hagas el inocente -dije mirando hacia la calle- hace tiempo que vengo aquí - respondí tranquila.

-Bueno, entonces... -apoyó los codos sobre la mesa- ¿Cual es tu nombre, Mog? - dijo poniendo énfasis en mi nombre, aún seguía con una sonrisa pero le lancé una mirada asesina. Me irrita que ni siquiera digan bien mi sobre sobrenombre.

Así que eras túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora