Parte 3 FINAL

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Una vez pasada la cena del castaño, Welt dijo que al día siguiente retomaría su camino al encuentro con Rene, aun faltaban unos cuantos días camino arriba, pero estaba seguro de que el azabache le esperaría en aquel lugar, porque siempre lo hacía. Para Lacus, Rene era el único vampiro en quien podía confiar ciegamente, el único que le hacía sentir bien, el único sujeto que podía considerar como su familia, porque Rene era lo único que tenía en el mundo.

—Rene me está esperando— dijo para sí a voz baja, pero no tanto como para que Saotome no le oyera. Cada vez que de la boca del vampiro salía ese nombre era para decir cosas buenas, cosas que hacían ver el pequeño rasgo de humanidad que aún conservaba; Yoichi sonrío y guardó silencio haciendo como si no hubiese escuchado nada.

Una vez aclarado el asunto Lacus propuso andar juntos hasta que el más bajo encontrara el camino al cuartel, hasta entonces volverían a ser enemigos mortales, o eso dijo el pelimorado una vez tomó su arma.

—Vale— contestó con una sonrisa el humano —Seamos compañeros hasta ese momento—

—No dije que seriamos compañeros, solo que caminaríamos juntos hasta que puedas volver por ti mismo—

—Entonces seremos compañeros, vampiro—

Un silencio incomodó a Lacus por unos segundos, después de todo la idea de ir juntos había sido suya, claro, porque después de todo era consciente que en su estado no podría sobrevivir ni un día mas.

—Vampiro...— Interrumpió Yoichi los pensamientos del chico.—Aun no me has dicho tu nombre— No le cabreaba la sonrisa que desde hacía un buen rato había aparecido en el rostro del humano, tampoco la forma delicada que tenia de decir las cosas, era más bien la rara forma de ser la que le aquejaba a cada segundo, sin embargo parecía que de a poco comenzaba a acostumbrarse a ello. Parpadeó confundido un par de veces y luego contestó:

—¿Si te lo digo dejaras de molestarme?

—Mhmm— afirmó el otro

—Welt, con eso estará bien—

—Welt Kun, por favor cuida de mi— dijo a modo de nuevo saludo mientras hacia una pequeña reverencia.

—Idiota—

Cuando llevaban ya más de cuatro horas de camino el mayor llevó la vista al ojipistache recordando como el aroma de su sangre le había resultado familiar, sin embargo no prestó mucha atención, o mejor dicho, no pudo prestar atención después de percatarse de que el par de enormes ojos verdes le observaban divertido haciéndole volver la mirada nuevamente al frente ¿confianza? eso parecía. Era la primera vez después de tantos años que un humano confiaba en él y extrañamente le hacía sentir bien.

Un cantado "Me pregunto" le hizo volver a la realidad.

—Me pregunto— volvió a decir Yoichi —Cual era tu apariencia cuando eras humano—

Lacus detuvo su andar, parecía que los humanos sabían mas de lo que creía sobre ellos —Co-como sabes sobre eso— Cuestionó dándole la espalda—

—que ¿que alguna vez fuiste humano? Eh leído mucho sobre ustedes. Que solo pueden ser heridos por armas malditas, que algunos son humanos convertidos, ha, y que no pueden digerir alimentos—

—Piensas usar tu arma demoniaca para matarme ¿cierto?—

—Si quisiera matarte lo aría con comida, te mataría de indigestión—

Entre los árboles se podía ver a dos jóvenes caminar casi a rastras, después de todo el objetivo era llegar a algún lugar fuera cual fuera el medio , pero no fue hasta el tercer día que ambos decidieron descansar. Lacus echó su cuerpo sobre unas raíces que colgaban de un enorme árbol mientras que el otro solo se sentó bajo otro igual, debía comer, de eso no había duda y el más alto necesitaba sangre si no quería convertirse en una bestia y sin embargo, el momento que parecía no poder empeorar mas, lo hizo con la aparición de un jinete. Ambos estaban de pésimo humor, y era obvio que no se molestarían en ocultarlo. Welt fue el primero en atacar y a pesar de que dijo que no necesitaba ayuda Yoichi hizo lo suyo una vez Lacus de descuidó.

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