Si fuera mas fácil yo...

802 59 21
                                    

Dejando salir una profunda exhalación Yoichi intentó calentar sus manos que casi se quebraban por el frío soltando una risita mientras observaba al cabizbajo azabache  que llevaba ya un buen rato en una expresión pérdida, con un deje de nostalgia. Lo sabía porque él lo había experimentado en carne propia, aunque de eso ya había pasado mucho tiempo. Pensar en ello y en la remota posibilidad de volverse a encontrar con el vampiro de cabellos morados hacía que tropezara una y otra vez con el sentimiento de desasosiego.

Era de esperar que cada que a su mente venía aquel rostro la voz de Gekkoin resonaba reprochandole que debía olvidar lo que sucedió porque no era bueno que sus sentimientos dominarán sobre su objetivo. En parte tenía razón, ese era el motivo por el que aún seguía en el escuadrón (eso y que se había prometido proteger a sus amigos), pero algo dolía dentro de su pecho, como si hubiera un enorme hueco en donde debía estar su corazón. Ya era hora de dar la vuelta a la página, si seguía de esa manera ver a Lacus terminaria por volverse una necesidad, y pese a que su venganza ya había pasado a segundo plano no podía permitirse cometer más errores.

Gekkoin no era un tipo malo, muchas veces había salvado a Yoichi e incluso se podía decir que su relación era de las mas profundas. Aunque tampoco era como si se tratara de los mejores amigos.

Volvió a soltar un suspiró y el vaho que salió porducto de este se perdió llendose lejos ante los verdes y vacíos ojos del humano, luego usó el dorso de su manga para calentar su nariz mientras recordaba la última amenaza de su demonio: “Olvídate de todo, de lo que pasó en esa ocasión y de lo que sientes por él. Si sigues con estas tonterías seré yo quien haga desapacer a ese vampiro.” En ese momento sus labios habían temblado y de su boca quisieron salir palabra a su favor, más no pudo siquiera dejar en claro que ello fue lo mejor que pudo pasarle después de comenzar a vivir en ese mundo de mierda.

Pasó largas horas de frío con Kimizuki quien hablaba sobre las estrategias que debían seguir para poder rescatar a Ferid y a la reina vampiro aunque durante la mayor parte del tiempo divagó entre su taza de té y los ojos de su compañero. Esa tranquilidad era realmente inusual.

Sonreír, dar un trago a su bebida, suspirar y poner la taza sobre la mesa. Bastaba solo eso para poder aparentar que seguía el hilo de la conversación, incluso cuando en ella iba implícita información trampa que corroboraba lo que ya había notado el pelirosa desde minutos atrás.

—Asi que ¿no me has escuchado?— preguntó Shiho arqueado las cejas con una total decepción. Yoichi sonrió, dio un trago a su bebida, suspiró y puso la taza sobre la mesa. —En definitiva no lo has hecho— pausó para después estirarse mientras se ponía de pie y liberaba la tensión que había crecido en su espalda producto de su incómoda postura. —Si estás preocupado por el idiota de Yuu, mañana vuelven los vampiros así que pronto volverá a ser el mismo—.

Cuando el castaño estuvo a punto de tomar nuevamente su taza el más alto le sujetó de la muñeca impidiendo que este siguiera con su ya mecánica reacción, no era que le importara, claro que no, que va! Si quería podia seguir ignorándolo! pero si hacía eso una vez más sus músculos quizá no lo soportarían, o por lo menos eso creía; Resignado Shiho bufó y le dió un golpe en la frente, las cosas habían comenzado a superarle y podría ser peor si no aprendía a controlar sus emociones.

      Lacus estaba seguro, llevaba tiempo recordando el nombre de aquel tipo que olvidar su rostro le era imposible, sabía que se trataba de el, y sabía que pese a los años ambos seguían siendo los mismos, o eso se decía mientras intentaba encontrar la manera perfecta para entablar una conversación con el.

“Solo dile hola” había sugerido Rene durante el primer día de entrenamiento, claro, después de que Mika les explicara que se trataba de un amigo de Yuuichirou. Información más para poder hacerse de una pisca de idea para devolver el collar. Aunque sabía que ese no era el único motivo que le impulsaba a volverlo a encontrar.

La noche del último día de entrenamiento una extraña sensación se apoderó de su cuerpo. Las manos le sudaban y algo dentro de su pecho se aceleraba a un ritmo extraordinario, eso sin apuntar que sucedía más cuando recordaba sus labios sobre la piel desnuda del cuello del castaño. Bastaba con poner las yemas de sus dedoss sobre estos para rememorar el sabor de esa exquisita sangre, haciendo que sus mejillas se pintaran de rosa de la misma manera que lo hicieron cuando estuvieron a solas en aquella caverna. Jamás había sentido la necesidad de volver a ver a un humano como en esa ocasión. Sí, definitivamente se estaba volviendo loco.

    El silbato del tren anunció su llegada mientras lentamente se detenía en la estación y uno a uno fueron saliendo los vampiros. Cuando la cabellera rubia se pudo ver entre las decenas de vampiros que empezaban a  aglomerarse en los andenes Yuuichirou no pudo contener la sonrisa que de un momento todo a otro apareció en su rostro, y sin pensarlo comenzó a abrirse paso entre las capas blancas que se echaba de lado cuando el chico del uniforme negro les empujaba mientras gritaba con cariño “¡Mika! Ooe Mika!”.
Había que ser estúpido para hacer aquello, o por lo menos ser protegido de Ferid Sama. No cualquiera podía treverse a tocar a un vampiro de la manera en que lo hacía Yuu, restregando su mejilla contra la de Mikaela.

No muy lejos de ahí Lacus alzaba la vista sobre la multitud, estaba seguro de que Yoichi estaría acompañando al “novio” de Mika, porque los humanos no bajaban la guardia aún si había tregua para rescatar a la reina.

Encontrar a encapuchados de negro no era una tarea difícil, lo difícil era ver a través de esa boina que ocultaba el cabello de los humanos. Él solo buscaba a un castaño semirisado, era sólo uno el que volvía a hacer que eso en su pecho palpitase exageradamente; Sostuvo en su mano derecha el dije que colgaba de su cuello mientras se mordía los labios al momento que daba pasos torpes. Casi parecía una chica enamorada, o de esa manera lo veía René.

—Lacus— Llamó el rubio haciendo que le prestará un poco de su vaga atención. —Controlate— reprochó haciendo que este dejara de parecer insistente, optando por esperar a verle una vez que la multitud se dispara.

Mika sonrió y cambio el tono de voz severa por una tranquila y tierna dirigiéndose a Yuu. No era que quisiera ayudar al pelimorado, más indagar un poco sobre si había acudido solo a la estación no le hacía daño a nadie. Cuando el moreno negó inmediatamente apuntó que los demás le esperaban un poco más atrás. Entonces Lacus pudo por primera vez encontrar a la persona que había buscando desde hacía tiempo.

Fue bueno estar ahí en ese momento, mientras parecía que a cámara lenta poco a poco se dispersaba la multitud, entonces vio la sonrisa pintada en el blanco rostro de Saotome mientras este hablaba con un extraño tipo de rosada mirada. Daba igual, para el vampiro el tiempo se hizo lento, era como si hubiera querido que todo se detuviera en ese preciso momento. Vivir ya no lo era todo.

Puso torpemente un pie delante de otro, avanzando pausada y duditativamente hacia el grupo que tras ver a Yuuichiro junto a Mika se apresuró a acercarse. En un momento ambos estaban camino a un reencuentro, y quizá fueron los nervios quienes vencieron a su mirada haciendo que la desviase en un intento de recobrar la cordura. Cuando estaban a unos pasos el sonar de sus zapatos era ya lo único que se escuchaba en la estación, sin dudar mucho tomó el dije y lo apretó como si con éste se fuera su vida tratando de encontrar (por primera vez en mucho tiempo) los ojos pistache del castaño que se acercaba firmemente, más cuando por fin se posaron sobre sus carmesí inmediatamente pasaron de el.

Al momento en que esos profundos rubis se encajaron en Yoichi un fuerte escalofrío recorrió el cuerpo del humano de pies a cabeza ¿Porque las cosas no podían ser mas fáciles?

La voz de Gekkoin volvió a recriminar como ordenando que siguiera su camino, que olvidara todo, que se olvidara del tipo que le observaba con una expresión ahora perturbada, porque si volvía a hacerlo mal el terminaría con todo.

***********
Hola mis lectores! Disculpen la tardanza, esta vez no tengo excusa jajajaja, pero les diré que el siguiente capítulo ahora sí es el ÚLTIMO! Por fin podré darle final a este historia así que espero les guste.

También estoy haciendo un OneShot de Rene y Yoichi, me alegraría que pudieran leerlo. Con este último daré fin a los fics que he escrito de ONS porque tengo en pausa algunos de Hetalia que me urge terminar xD.

Fuera de todo esto ¿Algún fan de IchiMika? (Touken Ranbu) quiero escribir algo de ello pero no sé qué tan buena sea la idea. Espero saber que piensan de ello!!!

Nos estamos leyendo pronto!!! Los quiero!

Por cierto, disculpen los errores, quería subirlo ya así que no hice la revisión >ヮ<

Lo sabiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora