Especialmente tú

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El GANADOR DEL SORTEO!  Lacus x Yoichi YLS
Al principio pensé hacer solo ONESHOT, pero en vista de que siempre fueron puras promesas conmigo creí que sería mejor retribuirles con tres capítulos más para ponerle fin a esta pequeña historia.
Espero les guste, porque he tenido miedo de arruinarlo, pero estoy dando lo mejor de mí para hacerlo bien.
Por cierto he terminado el servicio social XD por eso he tenido tiempo para hacer este capítulo, el lunes comienza mi curso de titulación que durará un mes, así que espero comprendan mis retrasos al actualizar.
Gracias y hasta la próxima!
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El sonido de los aviones de guerra era ensordecedores, había sido así desde que llegó a ese lugar, y pensar que debería permanecer más tiempo ahí le provocaba dolor de cabeza. Había permanecido sentado por más de cuarenta minutos entre aquellas cajas de madera viendo cómo iban y venían soldados inferiores a él, haciendo el trabajo que Horn les había ordenado después de aterrizar en aquel lugar, tal vez porque escondido ahí encontraba la paz que había perdido desde que lo pusieron a disposición de Chess Belle hacia un par de días.
Rene observó con desdén como su amigo de la infancia perdía el tiempo con tan lamentable apariencia: cansado, perdido y ensimismado.

No todo el tiempo fue de esa manera. Justo después de reencontrarse pasada su travesía en solitario por aquel bosque, Lacus había llegado con un aura distinta a la que usualmente tenia. De la nada comenzó a detestar beber directamente de los humanos y parecía aparecer en él una chispa de consideración cuando obtenía ganado. No era que le molestara esa actitud, es más, para Rene era como un reencuentro con el tipo que lo acogió después de perder a su familia (claro, cuando aun eran humanos), sin embargo esa vitalidad y alegría poco a poco fueron desapareciendo llegando un período de introspección que le aisló del resto del mundo ¿era que ese humano en verdad le había cambiado tanto?

El azabache de ojos rojos suspiro y cruzando los brazos caminó en sentido contrario, diría a Chess sama que Lacus seguía  perdido, que no le había encontrado por ningún lado, y aunque eso no le salvaría de la regañada que la noble le daría, por lo menos tendría un poco mas de paz.
Lacus sabía que no podría esperar mucho tiempo, porque sabía que significaría ello.

La vida de un humano no era como la de un vampiro. Tarde o temprano la vela de Yoichi  se extinguiría, eso era seguro, y quizá aquello era lo que le preocupaba, claro muy en el fondo, porque era un hecho que jamás reconocería. 

Sus ojos rubí volvieron al cielo estrellado, en algún momento tiempo atrás observó uno igual de bello, al lado se Yoichi .

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La noche cayó espléndida. La magnificencia del inmenso cielo se podía ver reflejada en el cristalino lago que se abría al lado de la carretera, era como una hermosa pintura que retrataba la inmensidad del universo, sin embargo en esa melancólica noche era justo eso lo que le calaba en lo más profundo de su ser.

Yoichi escondió el rostro entre sus brazos después de cansarse de tanto observar ese paisaje y suspiró pesado, cansado de caer una y otra vez en que aliarse con los vampiros no era lo mejor que podrían hacer, en primera porque fue de lo más bajo provocar a Yuuichiro con la cabeza de Akane, en segunda porque Ferid no era de fiar, aunque claro, la segunda era la de mayor peso. Y tal vez por ello prefería mantenerse alejado en el fondo de esa habitación.

Deberías aclarar tus pensamientos antes de tomar una decisión, uno de los motivos por los que pediste mi ayuda fue la venganza por la muerte de Tomoe— le dijo Gekoin en sueños. Sentado en aquella reposadera de mármol en que solía descasar. Sus ojos no eran demasiado amables, pero miraban con la sinceridad de la que se había hecho acreedor el castaño después de tantas platicas nocturnas. En esta ocasión le reprochaba por seguir siempre las ordenes de Shinoa
Cuando lo haces a tu manera sueles hacer las cosas mal

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